Eso hacemos con la historia, con lo que ya pasó o dejó de existir; inmortalizarlo en una pintura, en una escultura, en un dibujo o cualquier otra cosa que nos permita recordarlo o salvarlo antes de que desaparezca, tal cual lo hace Olafur Eliasson con sus exposiciones sobre la emergencia climática. De igual forma lo hizo Klaus Littmann con For Forest.
Esta vez, el artista austriaco decidió que los seres humanos teníamos que darnos cuenta de la frágil y paulatina desaparición de algunos elementos que componen la Tierra, entre ellos: los bosques.
Gerhard Maurer
Una advertencia; eso es For Forest, la exhibición de arte de Klaus que aloja un vasto bosque en el majestuoso estadio de futbol de Wörthersee, el escenario ideal para admirar un espectáculo.
La historia detrás de For Forest
Y la inspiración… el dibujo moralizante del artista Max Peintner: “La atracción interminable de la naturaleza”, obra que forma parte de la colección “Contribuciones al futuro” (arte que roza lo profético).
Max Peintner
Este dibujo muestra una fatídica escena en la que miles de personas son convocadas en un estadio para admirar la belleza de lo que podría ser el último rastro de árboles del mundo. Aunque, sabemos que si la naturaleza desaparece los seres humanos estamos destinados a la extinción total.
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La obra fue realizada en 1970 es tangible 49 años después, y la pregunta sigue siendo la misma:
¿Cuándo nos daremos cuenta de que el medioambiente está en crisis?
Este artístico experimento mental lleva a la gente a pensar los árboles como un objeto de exhibición, como algo que antes abundaba los paisajes y que ahora está inmortalizado para su admiración lejana.
Unimo
Además, declara el peligro de la completa desaparición de la naturaleza, de algo que quedará únicamente en nuestra memoria.
Es una advertencia que está ahí “recordándonos que la naturaleza, que a menudo damos por sentado, algún día sólo se puede encontrar en espacios especialmente designados, como el caso de animales en los zoológicos”. – KL
Christian Bruna
La distopía del dibujo de Max Peintner, en donde la industria se enfrenta a la naturaleza, rebasó las ideas del papel, se transformó en una realidad visual que a nadie debería gustarle, que a todos debe incomodarnos y sacudirnos. Este es el panorama de un futuro pensado desde los 70 y que, hasta la fecha, sigue sin modificarse. ¿Tendremos el coraje de actuar y hacer el cambio?
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