El fracking, la técnica usada para extraer gas de lutitas del suelo, es inaceptable para muchas organizaciones civiles y científicos. Para usar este método millones de litros de agua son inyectados en una mezcla con peligrosos químicos al suelo, para quebrar literalmente sus capas y que el gas pueda salir. Pero esas capas habrán de reacomodarse, provocado inusuales temblores y también la contaminación del agua circundante.
Miles de personas se unen hoy en el Día Mundial contra el fracking con la campaña #GlobalFrackdown para exigir que esta técnica sea prohibida y causar presión a los gobiernos del mundo a partir de la demostración de un descontento y una sociedad informada. En algunos países como Holanda, Francia, Bulgaria e Irlanda del Norte ya está prohibida esta técnica.
Como muestra de sus nocivos efectos en Estados Unidos recién se ganó la primera demanda que vincula a enfermedades nocivas con los pozos, y en el norte de México el Sismológico Nacional ha registrado inéditos temblores en esta zona donde se hace fracking.
Puedes recorrer las actividades digitales y de la calle que se harán en todo el mundo aquí. En México, la Alianza Mexicana contra el fracking se ha unido a la campaña y hará protestas, sobre todo en los estados amenazados por esta técnica en el país; recordemos que más de cien municipios podrían ser afectados. También puedes checar las actividades aquí.
Latinoamérica es una de las zonas geográficas mayormente amenazadas por el fracking pues se conoce que existe gas de lutitas en países como Argentina, México, Venezuela, Brasil, Colombia, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Chile. Además de los efectos nocivos de la técnica, la extracción de gas como fuente de energía también contribuye al cambio climático: un combo inadmisible.