A raíz de la creciente pandemia por el nuevo coronavirus y la falta incesante de recursos para enfrentar la crisis de salud pública, expertos de distintos países han considerado la aplicación de una guía bioética. Pero, exactamente, ¿qué es y cuál es el impacto de una guía bioética en términos de pandemia?
Pocos sabemos con exactitud las implicaciones de una guía bioética e incluso podemos desconocer a qué se refiere este recurso. Sin embargo, para entender el panorama al que distintos gobiernos del mundo se enfrentan, es indispensable reconocer el valor de una guía bioética y sus propósitos en concreto.
Qué es una guía bioética y cómo funciona
Las guías bioéticas son dinámicas en las que se indican algunos criterios para orientar la toma de decisiones en cuanto a la selección y clasificación de pacientes bajo un escenario de emergencia o desastre. Es decir, una guía bioética evalúa las prioridades de atención privilegiando la posibilidad de supervivencia de una persona.
Su plan de funcionamiento está basado en la capacidad existente de un hospital para atender pacientes que requieren de cuidados críticos. En el caso de la pandemia por el nuevo coronavirus, debido a que la capacidad de algunos hospitales se ha visto rebasada es necesario aplicar una guía bioética para decidir la asignación de los recursos con los que el hospital cuenta.
Por ejemplo, ante casos donde sólo hubiera un respirador y dos pacientes con la misma probabilidad de sobrevivir lo necesitaran, ¿se podría recurrir a un volado para elegir a uno de los pacientes? Una guía bioética apela a la aleatoriedad como un criterio de justicia distributiva para la asignación de recursos de medicina crítica durante una pandemia, es decir, es una guía para tomar la mejor decisión.
Principios de funcionamiento de una guía
Es cierto que para mucha gente es un tanto injusto dictaminar qué persona debe recibir el recurso ilimitado. No obstante, no hay que apresurarnos a juzgar su propósito. Una guía bioética no se trata únicamente de una elección al azar que suprime el valor moral de una decisión de vida o muerte, sino que es una herramienta que considera distintos principios para llegar a la decisión final.
De hecho, las discusiones sobre justicia aleatoria en el contexto de emergencias sanitarias coinciden en que ningún principio de asignación por sí solo nos da resultados que todos consideraremos justos. En este sentido, nadie estará totalmente de acuerdo con este proceso.
Algunos de los principios a considerar pueden ser:
Salvar la mayor cantidad de vidas posibles.
Priorizar a la gente con mayores expectativas de vida.
Favorecer a los más enfermos.
Anteponer a la gente que tiene un rol instrumental para salvar a otros, como el personal de salud directamente encargado de terminar con la pandemia.
Principios de equidad, como el orden de llegada o el de la aleatoriedad.
Implicaciones de una guía bioética para enfrentar la covid-19
Ante una crisis de salud pública el Estado siempre se ve a obligado a tomar decisiones sobre la asignación de recursos. Los insumos nunca son suficientes para toda la población (incluso en países desarrollados) y la forma en que se reparten es primordial.
El objetivo es salvar el mayor número de vidas con base en una selección de criterios. Con el propósito de no gastar los recursos limitados en casos que pueden ser más complicados, los representantes del ámbito hospitalario deben evaluar las posibilidades de recuperación.
La guía bioética pretende garantizar un sistema de asignación equitativa. Aquí se toma en cuenta el igual valor de las personas y de sus iguales derechos a reclamar un bien escaso. Asimismo, de acuerdo con César Palacios González, integrante del Comité de Ética del Consejo, una guía bioética busca eliminar la carga emocional y de trabajo a los médicos que atienden casos graves de la covid-19.
En un escenario en donde los recursos son insuficientes y los pacientes se acumulan con rapidez, los hospitales y sus trabajadores deben concentrarse en mantener el control y la reasignación adecuada de los insumos disponibles.
¿El mundo apuesta por la bioética ante el coronavirus?
Distintos países consideran que es obligatorio contemplar los problemas reales a los que se enfrenta el mundo. La falta de insumos en el sector salud es una prioridad y la guía bioética es una alternativa para solucionar esas problemáticas.
Los médicos no pueden tomar las decisiones por sí mismos, necesitan un respaldo tanto político como social. La actual pandemia no puede enfrentarse bajo un escenario ambiguo y sin criterios definidos. Por estas razones, es necesario que grupos de especialistas analicen y discutan las posibilidades de plantear medidas éticas que garanticen la distribución de los recursos. Así como aligerar la toma de decisiones para los representantes de la salud.
En países como Suecia, Italia e Inglaterra ya se desarrollan medidas que establecen la forma de operación ante la pandemia. Cada país ha establecido una guía bioética de acuerdo con los criterios que mejor funcionan en su población. México todavía tiene mucho que evaluar en cuanto a la aplicación de una guía bioética.
El Consejo de Salubridad General asegura que la guía bioética en el país sigue bajo revisión y es tan sólo un proyecto. Mientras tanto, podemos concluir que la razón humana puede proteger la vida de la fragilidad y la vulnerabilidad sólo hasta cierto punto, hay conflictos de valores que no podemos resolver racionalmente.
Ante una pandemia, el tiempo apremia y hay presión para decidir; no decidir podría llevar a la muerte de los dos pacientes que ejemplificamos previamente, lo cual sería el peor desenlace posible. Por suerte, para esos casos tenemos un criterio que asegura la equidad: la justicia aleatoria, una guía bioética.