En un intento por combatir la contaminación por desperdicio indiscriminado de energía, el ministerio ambiental de Francia ha anunciado que todas las oficinas y tiendas del país se verán obligadas a apagar sus luces durante la noche.
La nueva ley que entrará en vigor el 1 de julio de este año, decreta que todas las luces de los escaparates se apagarán a la 1am; focos de interiores en oficinas y otros edificios no residenciales, tendrán que ser apagados una hora después de la salida de los empleados. Los ayuntamientos podrán hacer excepciones para Navidad y otras ocasiones especiales, así como ciertas zonas turísticas o áreas culturales.
La medida espera ahorrar 250.000 toneladas de CO2, suficiente energía para alimentar 750.000 hogares franceses durante un año. El ministro de Ecología, Delphine Batho, confía que la ley cambie los hábitos de las personas y ayude al país a convertirse en pionero en la reducción de la contaminación lumínica.
[The Guardian]