Un paisaje groenlandés, formado cuando los hombres estaban descubriendo el fuego, ha sido protegido de la erosión y destrucción desde que los “glaciares fantasma” lo recorren constantemente.
Estos glaciares son denominados así porque, a diferencia de los glaciares comunes que permanecen en un solo lugar erosionando la base rocosa del paisaje, estos van y vienen y se deslizan por la superficie del paisaje. En un estudio llevado a cabo por el geólogo Lee Corbett de la Universidad de Vermont, se encontró que “los glaciares fantasma van y vienen, dejando muy poca evidencia de su presencia”. Esto es, han estado visitando el paisaje durante más de 1 millón de años y no han causado ningún cambio en su forma, al contrario, lo han protegido para que siga igual.
Esta gentil fantasmagoría ha conservado este paisaje como uno de los más antiguos del planeta Tierra y, también, uno de los más bellos.