El fracking o fracturación hidráulica es una de las maneras más agresivas de extraer hidrocarburos del subsuelo. Esta nota informativa de Ecoosfera te explica exactamente por qué. Varias organizaciones independientes han registrado los daños del fracking al medioambiente, esto es, la contaminación del aire, el agua y los sismos que esta técnica ha causado en diversos países (como Estados Unidos).
El gobierno mexicano sostiene que hay maneras de llevar a cabo el fracking sin dañar al medioambiente, y uno de sus spots televisivos insinúa que utilizar gas natural, obtenido a través de la fractura hidráulica, será como si “varias ciudades dejaran de producir contaminación”.
El fracking que se ha practicado en otros lugares del mundo ha causado muchos problemas ambientales que debe enfrentar la población local: contaminación del agua (ya que el fracking requiere que millones de litros de agua mezclada con un coctel de químicos sean inyectados al subsuelo para sacar el gas a presión), contaminación del aire y sismos. Un caso en el que la mala administración de esta práctica ha dañado irreversiblemente al medioambiente es Pensilvania, en Estados Unidos.
Para más información en cuanto al proceso de la fracturación hidráulica, te recomendamos el sitio Dangers of Fracking.
Para ilustrar mejor los daños potenciales de esta práctica te presentamos el documental Gasland (2010) de Josh Fox, que nos recuerda, con una precisión escalofriante, las consecuencias del fracking: