La comunicación genuina entre mascotas y dueños es un hecho que derrite el corazón de muchos observadores. Se trata de una relación que sólo sus miembros se atreven a dirigir, decodificar, interpretar y hasta expresar de múltiples maneras.
Hay quienes consideran esta relación como telepatía; por ejemplo, Rupert Sheldrake, biólogo de la Universidad de Cambridge. Él es uno de los pocos científicos con amplias credenciales que se han encargado de investigar la telepatía, en especial entre mascotas y dueños.
Sus investigaciones han establecido que, en promedio, el 48% de los dueños de perros y el 33% de los dueños de gatos afirman haber experimentado una comunicación telepática con sus mascotas. Ejemplos como la anticipación de las mascotas a algunos fenómenos recurrentes como el regreso o la salida del dueño de casa, la excitación de las mascotas antes de que suene el teléfono o cuando apenas se ha pensado en alimentarlos, o la súbita desaparición de algunos gatos antes de llevarlos al veterinario, son un hecho cotidiano.
Porque, más allá del condicionamiento y la rutina, la comunicación entre ambos es auténticamente más sutil. Existen conexiones emocionales que vinculan a los campos sociales (los miembros de un grupo social) a pesar de la distancia o del rango de comunicación sensorial. Dichos campos mórficos son estas conexiones que proveen información sobre una dirección, como si se estuviera jalando al animal rumbo a casa (y eso explicaría por qué regresan al hogar después de perderse). Gracias a este campo de información, basado en la emoción, el animal puede acceder a una distancia con mayor o menor resonancia.
Así que, ¿qué es lo que te dice tu mascota sin usar palabras?