Sobre las causas de muerte hay mucho en boga: mientras algunos creen que los factores están ligados a enfermedades genéticas o hechos inevitables, otros pueden especular con mucha validez que éstas dependen del territorio en el que se vive. Sin embargo, las causas de muerte están mucho más asociadas a malos hábitos que a factores externos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los 56,4 millones de defunciones registradas en el mundo en 2015, más de la mitad (el 54%) fueron consecuencia de las siguientes 10 causas:
Si nos detenemos a analizar cada país o región, las gráficas arrojan resultados parecidos. En el caso de América Latina la OMS realizó una infografía con las 10 principales causas de muerte. En ésta, como en la gráfica mundial para 2015, también están presentes los accidentes terrestres de tránsito, y en los tres primeros lugares de riesgo está el fumar y la obesidad:
En el caso de México, los resultados de la OMS demuestran cómo en este país, a diferencia de otros en el continente, la primera causa de muerte es la díabetes –que en México se genera desde la niñez–, y al contrario de otros países no presenta en estos primeros 10 lugares los accidentes de tráfico.
Diabetes. Murieron 100,000 (17 %).
Infarto agudo al miocradio. Murieron 80,000 (14 %)
Tumores malignos. Murieron 80,000 (14 %).
Enfermedades del hígado. Murieron 24,000 (4 %).
Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC). Murieron 21,000 (4 %).
Neumonía. Murieron 19,000 (3 %).
Insuficiencia renal. Murieron 13,300 (2 %).
Enfermedad alcohólica del hígado. Murieron 12,000 (2 %).
Enfermedades cerebrovasculares. Murieron 9,000 (2 %).
Enfermedad cardiaco hipertensiva. Murieron 9,000 (2 %).
Estas gráficas e índices tienen el objetivo en común de mostrarle a la población cómo los miedos respecto a las causas de muerte pueden estar completamente errados. Muchos temen a subirse a un avión, cuando andar en coche es proporcionalmente mucho más riesgoso. Otros desconocen que uno de los principales riesgos a los que nos enfrentamos actualmente es la mala contaminación del aire, que provoca más de 3 millones de decesos cada año.
No cabe duda que el miedo a la muerte es un fantasma acechante del que pocos podemos huir: según su propia experiencia, quizás sólo quienes practican el taoísmo, el yoga, el zen u otras milenarias formas de meditación logran barrer con todo miedo irrisorio a la muerte. Pero es un miedo que puede ayudarnos a poner en perspectiva nuestros hábitos y alentarnos a cambiarlos. Por ejemplo, modificando nuestros hábitos alimenticios podemos prevenir muchas enfermedades. Como comprobó la Universidad de Harvard, comer nueces puede reducir el riesgo de cualquier muerte hasta en 20%.
Incluso es probable acudir a otros hábitos más simples, por ejemplo, rodearse de ciertos árboles que, como explica el Tao, nos pueden revitalizar y sanar; practicar estilos de vida como el Eathing, que al tener un poderoso impacto en tu mente pueden ayudarte a tener un mejor metabolismo y un cuerpo más saludable.
Si quieres saber más, también te invitamos a utilizar esta calculadora creada por investigadores de Harvard, para orientarte sobre tu estado de salud y los cambios de hábitos que puedes realizar, no sólo para evitar la muerte, sino para vivir de manera más plena.
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*Ilustraciones: Nimbl3