Año con año, el concurso de fotografía de National Geographic’s Travel Photographer of the Year muestra la riqueza de la biodiversidad del planeta a través de la naturaleza, las ciudades y las personas. Se trata de un método que no sólo rinde homenaje a la creatividad fotográfica, también a la realidad que habita en la Tierra en el día a día y que requiere una toma de consciencia de su existencia.
Este año, el ganador de National Geographic’s Traver Photographer of the Year en la categoría de la Naturaleza, fue el mexicano Sergio Tapiro Velasco al inmortalizar “El poder de la Naturaleza”: la erupción de un volcán en Colima el pasado 13 de diciembre del 2015. Él explica que se encontraba en la ciudad de Comala, cuando “de pronto vi la incandescencia por encima del cráter del volcán y empecé a fotografiar. Segundos después, una poderosa explosión volcánica eruptó una nube de partículas de ceniza y relámpagos masivos que iluminaron la más oscura escena.”
El segundo lugar es para la japonesa Hiromi Kano, quien obtuvo el vuelo de cisnes a lo largo de las aguas de Kabukurinuma, Osaka, Japón. La importancia de esta fotografía radica en una región con una restingida cantidad de cuerpos acuíferos, la cual se ha convertido en un lugar para hibernar de especies como las aves y puede incluso ser el último paraíso para ellas: “Yo particularmente me impresioné por los cisnes, y con el cuidado de no alterarlas empecé a sacarles fotografías. Tomé en consideración la dirección del viento y la rapidez en que capturaba la longitud y elegancia de sus alas.”
En tercer lugar está Tarun Sinha, quien en el Río Tarcoles, en Costa Rica, capturó un grupo de 40 cocodrilos. Al caminar por un banco del río, sobre un puente movedizo y estrecho, el fotógrafo encontró varios cocodrilos entrando y saliendo del agua.
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