Es Hora De Entender Que La Depresión No Sólo Es Cosa De Fármacos

Es hora de entender que la depresión no sólo es cosa de fármacos

Esta condición es más que un desbalance químico, y tratarla con éxito depende de cómo la entiendas.

“Actos nobles y baños calientes son la mejor cura para la depresión.”

Dodie Smith

 

Antes de intentar evitar o combatir la depresión, habría que recordarnos que se trata de un estado que parte de la tristeza, una conducta totalmente típica en el ser humano. La depresión no necesariamente es sólo un desbalance químico. Es un estado de ser, y un vacío que nos permite mirar al interior y conocer más de nosotros. Hay quienes, incluso, aseguran que se trata de la energía más digna que existe.

Desde hace años, la depresión ha sido tratada principalmente con antidepresivos, lo cual sigue siendo una tendencia preocupante. Ya en 2005, la World Health Organization advertía que esta condición debía ser abordada de otras maneras: que los pacientes debían hablar, y no limitarse sólo a ajustar los químicos en su cerebro mediante pastillas. Eso es lo que, por su propia experiencia, entendió el periodista Johann Hari, autor de Lost Connections: Uncovering the Real Causes of Depression.

Fue a partir de un encuentro en California con el doctor Vincent Felitti que Hari comprendió mejor lo que plantaba la WHO. Felitti se dedicaba a tratar a personas con obesidad mórbida desde los años 80. En su práctica descubrió patrones de comportamiento que llevaban a muchos de sus pacientes a recuperar el peso perdido en tratamiento. Un día preguntó a una paciente porqué creía haber vuelto a comer compulsivamente tras haber adelgazado: ella le respondió que lo detonó la ocasión en que, por primera vez en mucho tiempo, un hombre le coqueteó. Indagando, Felitti llegó al fondo del asunto: la mujer había sido violada por su abuelo a los 11 años, y fue cuando comenzó a subir de peso. Comer era su manera de protegerse, algo que no obstante terminaba en una espiral descendente de depresión.

Felitti buscó así la relación entre eventos traumáticos de la niñez y condiciones de depresión, ansiedad y actitudes compulsivas en varios estudios, donde concluyó que los traumas de la niñez hacen estallar desórdenes depresivos en la vida adulta.

Es hora de entender que la depresión no sólo es cosa de fármacos

Foto: Laura Makabresku

Cuando Felitti se lo contó a Hari resultó un duro golpe para el periodista, quien pudo excavar profundo en las razones de su propia depresión. Cayó en la cuenta de que sufrir traumas de niño es descender en una espiral de culpa, dolor y autocastigo, el cual las personas hallamos en las adicciones o en cualquier forma de hacernos daño. Por eso, según Hari, liberar tu culpa es un acto de sanación, quizás el paso más importante antes de empezar cualquier tratamiento.

¿Por qué no tratar la depresión sólo con antidepresivos?

Por medio de la llamada Hamilton Scale es que durante años se ha “cuantificado” la tristeza y la alegría, en grados de 0 (éxtasis total) a 59 (suicida en potencia). Ésta escala simboliza los químicos en el cerebro. Pero la neurociencia ha visto que las conexiones cerebrales, los químicos y las hormonas juegan papeles a veces azarosos e impredecibles.

Es hora de entender que la depresión no sólo es cosa de fármacos

Por eso, las más profundas causas de todo trastorno deben buscarse en lo que hemos experimentado, sobre todo de niños, según Felitti. Porque nuestro cerebro, está comprobado, reacciona fuertemente a estímulos externos: el desbalance químico que mide la Hamilton Scale es real, pero si no conocemos qué lo provoca difícilmente podremos tratar adecuadamente la depresión. Al respecto, la lección que Hari aprendió es que “para lidiar con la depresión, tienes que lidiar con las causas subyacentes”.

¿Cómo tratar la depresión alternativamente?

En América Latina la depresión es la primera causa de enfermedad mental, y afecta entre el 19% y el 24% de la población adulta. Para enfrentar este problema existen tratamientos más holísticos. El más importante, siguiendo a Hari, es la autoexploración de la conciencia y la indagación, sin miedos ni culpas, de nuestro pasado.

Concentrarnos en nuestro bienestar emocional y físico, ya sea haciendo lo que nos gusta, practicando ejercicio, acercándonos a la naturaleza, hablando con otros o, incluso, teniendo una mascota, es una manera natural de equilibrar los químicos del cerebro. De igual forma, podemos conseguir serotonina de ciertos alimentos que contengan triptófano, como la banana, y evitando otros con mucha azúcar. Prácticas como el yoga y la meditación pueden ser tan eficaces que incluso se usan para tratar el estrés postraumático.

Siempre son difíciles los primero pasos: si estás deprimido no querrás intentar nada de esto. Pero curarse implica valentía y mucha disciplina, cosas que ningún medicamento nos otorgará mágicamente.

 

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