A donde quiera que mires, parece que la expansión urbana es cada vez más invasiva. Las cifras de terreno sin incidencias del hombre son alarmantes. La superficie terrestre que puede considerarse ecológicamente intacta es sólo de un 3%. Fuera de eso, la humanidad ha perturbado el resto de superficies de alguna u otra manera. El mega proyecto ferroviario en Kenia auspiciado por China es el claro ejemplo de ello, ya que atraviesa regiones importantes de África donde la biodiversidad está luchando para sobrevivir a la modernidad y las consecuencias ambientales ya comienzan a hacerse presentes.
El Standard Gauge Railway, como se le ha nombrado al proyecto ferroviario en Kenia financiado por China, busca unir la ciudad portuaria Mombasa, con la capital de la nación, Nairobi. Ha cobrado gran relevancia ya que se trata de una de las mayores inversiones en infraestructura en toda la historia del país. Desde 2014 que comenzó la construcción ha tenido un coste estimado de 3 mil 800 millones de dólares, de los cuales el 90% provienen del Banco de Exportación e Importación de China y el otro 10% del gobierno keniano.
Pero como se ha visto en otros proyectos de construcción que atraviesan zonas ecológicas importantes, la poca o nula planificación sustentable afecta de manera exponencial. Así está sucediendo con la ferrovía que ya está causando terribles consecuencias ambientales. La construcción del proyecto ferroviario en Kenia ha degradado, fragmentado y destruido ecosistemas clave.
Huella humana en ecosistemas importantes
Hay que recordar que Kenia tiene una importante población de elefantes que tienen rutas trazadas de recorrido para obtener alimento. Pues la ferrovía, atraviesa la zona de conservación de Tsavo, misma que alberga a un 40% de la población total de elefantes que viven en aquella nación. Así mismo, cruza por el Parque Nacional de Nairobi donde habitan leones, guepardos, rinocerontes, antílopes y cebras. Además, es el hogar de más de 400 especies de aves, muchas de las cuales se encuentran en peligro de extinción.

Tsavo Trust
Pese a que el área invasiva por la ferrovía no representa un área muy extensa, las condiciones para la construcción de esta están teniendo un gran impacto en la vida silvestre, así como en la calidad de los suelos, el agua y el medio ambiente. Durante la construcción, se llevaron a acabo excavaciones para poder elevar las vías, pero esto ya está pasando factura. Funcionarios de la Asociación Forestal Comunitaria, observaron que los sedimentos, erosionados por los terraplenes han afectado a los arroyos, manglares y su vegetación. Según sus datos, la obra “no solo afectó al desarrollo de las semillas de los manglares y a su autogerminación. Sino que también bloqueó los arroyos y redujo su tamaño”.
Cambio de los flujos fluviales
Además, se construyeron pasos subterráneos para permitir la circulación debajo de la ferrovía que cruza por los aires. No obstante, estos pasos cambiaron el curso de las corrientes de lluvia. Como consecuencia, ha venido la erosión de los sedimentos importantes de las fuentes de agua. Las comunidades están sufriendo la mala calidad del agua en los arroyos o bien, fuertes inundaciones debido al cambio de corrientes fluviales.

Michel Khateli
El proyecto ferroviario en Kenia y financiado por China es un claro ejemplo de la mala planeación sustentable. Y aunque en el papel todo parecía estar en su lugar, las prácticas se modificaron a beneficio de la construcción, descuidando totalmente el medio ambiente. Será necesario reevaluar el proyecto y sus consecuencias para tomar medidas y así lograr la coexistencia.