En México se conoce irónicamente a un pueblo bicicletero como aquel que, carente de “desarrollo”, prescinde de autos y grandes medios de transporte: el pueblo bicicletero es sinónimo de atraso. Sin embargo, un grupo de ciudadanos de Cholula, Puebla, un pueblo mágico característico por tener 45 iglesias en pocos kilómetros y albergar la pirámide más antigua de Mesoamérica, quiere reivindicar la cualidad de pueblo bicicletero como una verdaderamente progresista, sinónimo de vanguardia y de una comunidad incluso más sana e informada.
El proyecto se llama Cholula 30 y es el primero sobre pacificación de tránsito en México. El programa quiere dar prioridad a la bicicleta a partir de límites de velocidad y un rediseño urbano. Con el slogan “Un pueblo mágico es un pueblo bicicletero” buscan “crear una zona 30 que significa que, empezando por dos calles principales y después de un análisis en San Andrés Cholula, se logre hacer que las dos calles vuelquen la preferencia en el ciclista”.
El principal viraje sería que las dos principales calles de Cholula priorizarían el uso de la bicicleta, con reglas muy concretas como circular en la calle sin ser rebasado, una velocidad máxima de 30 hm/h, reductores de velocidad, circulación en zigzag, isletas y fajas separadoras, glorieta, etc. Cabe señalar que hasta ahora el programa ha tenido problemas de implementación por negligencia política, pero el proyecto sigue en pie.
Cholula 30 es parte de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BICIRED) que empuja cambios en muchas ciudades desde las políticas públicas y las reglas viales e, incluso, gestiona recursos para que en el presupuesto nacional sean etiquetados medios para promover el uso de la bicicleta. Si quieres conocer los planes que BICIRED tiene en tu ciudad, da clic aquí.