Es lo más esencial, lo que nos muestra con muy poco la estética más delicada: el minimalismo. Está en la naturaleza porque ella misma es ejemplo de la armonía sin adornos más emblemática.
Los elementos de una imagen, cuando son pocos, pueden simplemente relajarnos, llevarnos a un punto de partida entre el vacío y la materia de la manera más sutil. La naturaleza y su minimalismo son delicadeza, una con la que curiosamente nos sentimos plenamente identificados.
La siguiente selección de imágenes es una fina prueba de ello:
© Doug Chinnery
© Mircea Brânda
© Michal Karcz
© Hossein Zare
© Алексей Копырин
© Kenneth Rivenes
© Andy Lee