Con un fallo a favor de las especies, la Corte Constitucional de Ecuador reconoció los derechos legales de los animales en ese país. Ahora, los animales se califican ante la ley como sujetos de derecho, lo cual los eleva a un nivel importante de protección.
Aunque Ecuador ya había declarado los derechos de la naturaleza en su constitución hace algunos años, los animales quedaban un poco rezagados en la ley. No obstante, con esta medida todo queda claro. La Corte declara que los animales están protegidos por si mismos, además de resguardarse por los derechos de la naturaleza.
Pero este gran paso no surgió de la nada, el proceso jurídico de “Estrellita”, un mono laudo que vivió en una casa por 18 años (un acto ilegal), fue el parteaguas para reconocer a los animales como seres dignos de derechos. De hecho, el fallo fue a favor de modificar el amicus curiae que protegía una visión generalista sobre la naturaleza.
Ahora, el caso de Estrellita ayudó a que esta sección fuera reestructurada para reconocer derechos como individuos, no solo como parte del ecosistema. Tradicionalmente se cree que los ecosistemas y las especies están a merced del ser humano y esta es la creencia que ha llevado a la urgente necesidad de declarar a la naturaleza y sus especies como sujetos de derecho.
¿Por qué es importante reconocer los derechos de la naturaleza?
Paradójicamente, los humanos creamos leyes para sentar las bases de lo que es o no importante para nosotros. Aunque, en cierto sentido, las leyes funcionan como un recordatorio constante de los límites del ser humano; de aquello que puede o no hacer.
No obstante, en esencia las leyes son el intento de una sociedad que busca el equilibrio, una guía para determinar lo que es justo y lo que no. Pero, todo desde la visión del ser humano, desde lo que él considera y piensa.
Según apuntaba David Boyd en su libro The Rights of Nature, el ser humano tiene la capacidad de reconocer los derechos de todo, pero de todo lo que le parezca importante. El pequeño obstáculo está en determinar qué es importante para el ser humano.
Es aquí donde la naturaleza intenta tomar un papel destacable. Es cierto que hubo un momento en la historia en que los recursos naturales, los ecosistemas y sus seres no necesitaron de derechos, pues no había algo o alguien que los lastimaran continuamente.
El hecho de que ahora necesiten ser reconocidos sus derechos, indica que hay que protegerlos de un mal. De alguna manera el reconocimiento constitucional también sugiere un entendimiento de nuestra relación con el entorno natural. Todo lo que nos es importante y valioso lo protegemos y la naturaleza y sus seres son importantes para nosotros.