En la madrugada y en silencio, granaderos estatales y municipales reingresaron al Malecón Tajamar, en Cancún –México– para desmontar mangle y rellenar los humedales para la construcción de plazas comerciales y condominios.
A dos semanas de que expiren las autorizaciones de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y con el aval del Fondo de Fomento al Turismo, ingresaron al malecón alrededor de 100 vehículos, entre camiones de volteo y trascabos. E inclusive el ingreso de estos automóviles se encontraron resguardados por elementos de las secretarias estatales y municipales de Seguridad Pública.
La zona de Malecón Tajamar estuvo clausurado temporalmente debido a las numerosas protestas frente al incumplimiento de la MIA, provocando que los activistas iniciaran los trabajos de desmonte en tres predios –alrededor de 74 hectáreas–: Cocodrilos, Máquinas y Table.
Dado que no se trató de una clausura definitiva, estableciendo un procedimiento resarcitorio en que las empresas deberían dar cumplimiento a la MIA, se estipuló una multa de cuatro millones de pesos. Sin embargo, el Juez que redujo la fianza a 20 985 643.89 pesos, derivándose en un recurso incidental que aún estaba en proceso.
A pesar que la invasión turística en esta zona provocaría un impacto negativo en las especies protegidas de flora –como el chechén, uva de mar, ficus, palma chit, jabón, chaco rojo y palma– y fauna –chachalaca, cenzontle, calandria, colibrí, huaca, Martín pescador e iguana–, el 4 de enero del 2016, maquinaria y trabajadores volvieron a ingresar al lugar. Si bien la acción fue detenida por elementos de la Gendarmería de la Policía Federal, la madrugada del 16 de enero las empresas volvieron a ingresar la maquinaria para llevar a cabo los trabajos. Inclusive las zonas de acceso al malecón, cuyas calles son utilizadas como corredores, fueron resguardadas con vallas metálicas y unos 200 elementos de las policías estatales y municipales.
Pasada la mañana, un grupo de dirigentes del partido de PRD intentaron ingresar al lugar, sin embargo fueron golpeados y empujados por la policía. Entre ellos se encontraba el presidente estatal, Emiliano Ramos y el secretario general, Carlos Montalbán. Mientras que la vicepresidenta del Consejo Municipal del PRD, Haydé Saldaña, lamentó la complicidad del presidente municipal, Paul Carrillo, quien cedió a las empresas turísticas para realizar la devastación del mangle; finalizó: “Esto es un ecocidio”.
[Proceso]Forma parte la petición en Change.org que busca detener este ecocidio dándole click aquí.