Es difícil creer en aquello que no podemos ver. Quizá por eso algunos insisten en que el caos climático y ambiental que ha desatado la civilización no existe, aunque abunden pruebas irrefutables de carácter científico que lo demuestran. Aun así, el ser humano tiene que ver para creer.
Ni siquiera la ciencia puede contra el escepticismo, no obstante que la destrucción ambiental es perceptible en todos los países, incluso en las urbes –donde la toxicidad del aire es tan alta que afecta los cerebros–, y los climas extremos azotan cada vez más porciones de los territorios.

Nairobi, Kenia
Por eso, tres artistas audiovisuales pensaron que era necesario todo un proyecto fotográfico para probar un punto: realmente hemos entrado a una nueva época, llamada el Antropoceno.
Antropoceno – Época geológica actual, en la cual los humanos son la principal causa del permanente cambio planetario.
The Anthropocene Project es un trabajo multimedia del fotógrafo Edward Burtynsky y los cineastas Jennifer Baichwal y Nicholas de Pencier, que incluye un libro de fotografías y un documental –recientemente estrenado en el Toronto Film Festival–, así como una serie de experiencias de realidad virtual.
Este inquietante proyecto busca demostrar que el ganador del Premio Nobel de 1995, Paul Crutzen, tuvo mucha razón en empatar la Revolución Industrial con un radical cambio de época planetaria, a la cual llamó Antropoceno. Según Crutzen, fue entonces cuando terminó la época del Holoceno –que prosiguió a la última Edad de Hielo–, dando paso a la primera época humana, promovida fundamentalmente por los avances científicos y tecnológicos que comenzaron en el siglo XIX.
Lo que busca The Anhtropocene Project, proyecto que ha implicado más de 5 años de viajes insospechados por parte del equipo –desde Rusia hasta la India y de Nuevo México a Alemania–, es comprobar que los sitios más remotos del planeta son también los más contaminados, y que en ellos puede percibirse con claridad que realmente hemos inaugurado una nueva –y funesta– época geológica.
Paradójicamente, muchas de las imágenes captadas son de una sinuosa y geométrica belleza; no obstante, el punto no es hacer una estética a partir del caos. Para Burtynsky y su equipo es importante que este proyecto sea visto de principio a fin, para que así los espectadores puedan entender las imágenes más allá de lo que expresan individualmente. Más aún, Burtynsky insistió en una entrevista con Wired en que tenemos que ver el proyecto como algo no ajeno a nosotros, sino como parte de una narrativa catastrófica de la cual somos escritores.

Bereznikí, Rusia

Desierto de Atacama, Chile

Delta del Níger, Nigeria

Lagos, Nigeria

Lakeland, Florida

Desierto de Atacama, Chile

Westfalia, Alemania

Sevilla, España

Borneo, Malasia

Silver City, Nuevo México