Hace 13 años, un satélite del Earth Observatory de la NASA capturó esta deslumbrante fotografía (arriba) de la luz y la arena componiendo un magnífico cuadro en el suelo marino de las Bahamas. La imagen venía acompañada solamente de una pequeña descripción:
Mareas y corrientes marinas de las Bahamas esculpieron la arena y las camas de algas para formar estos patrones multicolores y acanalados, de la misma manera que los vientos esculpen las vastas dunas de arena en el Desierto del Sahara.
Pero una imagen tan bella como esta merecía un poco más de explicación, así que recientemente, la NASA publicó una vista más amplia de la zona (abajo). Allí también se pueden ver los intricados detalles del paisaje submarino, pero la imagen ofrece un sentido más completo de la geología regional. Se puede ver, por ejemplo, que la sección de dunas submarinas es parte de una plataforma más amplia de piedra caliza llamada “el gran banco de las Bahamas”. La piedra caliza es una roca sedimentaria formada de fragmentos de esqueletos de criaturas marinas, incluyendo corales y foraminíferos, y esta plataforma en particular ha estado acumulando a estas criaturas al menos desde el Cretácico.
En la foto inferior también se puede ver una conexión entre las aguas profundas y un estrecho con forma de lengua, que le ha valido el mote de “la lengua del océano”. Todo esto no es menos que fascinante, y quizá lo mejor de todo es que ese lugar permanece hasta ahora alejado de la intervención humana como un ensoñado cuadro ultramarino.