Recientemente, un pequeño cuadro de tela se ha convertido en el claro reflejo de la creatividad. Entre el intento de cuidar la salud y acostumbrarse a llevar algo en el rostro, estos cubrebocas surgieron como una opción de arte científico que propicia el cuidado.
Gracias a este trabajo conjunto entre ciencia y arte nacieron los cubrebocas de astronomía. Hermosas ilustraciones del siglo XVIII (de la primera enciclopedia mundial de plantas medicinales) pintadas por Elizabeth Blackwell se convirtieron en los asombrosos dibujos que pintan la parte exterior de las mascarillas.
Pero estas no son las únicas ilustraciones. Todo un compilado de bocetos antiguos y extraordinarios de ciencia, botánica y el cosmos se reparten para suplir la angustia de usar una mascarilla con un protector lleno de asombro y descubrimientos.
Cada persona que las utilice puede sentir el deleite que ofrece usar un hermoso cubrebocas, además de ayudar. De acuerdo con Maria Popova (creadora de las mascarillas), gran parte de las ganancias son donadas para alimentar a los más necesitados en esta crisis de salud pública.
El mágico arte del cubrebocas
Esto es como un combo: cuidas tu salud, la de otros y vives el arte a través de las mascarillas. Podrías pensar que no vale la pena gastar en una mascarilla con dibujos, pero darle un toque de creatividad a los momentos complejos funciona como antídoto.
Entre los tesoros de la historia científica y astronómica que pueden cubrir tu boca se encuentran las ilustraciones de la pionera artista de animales exóticos Sarah Stone, y también te podrías cubrir con los descubrimientos del científico William Saville sobre la Gran Barrera de Coral.
Podrás ver inspiraciones artísticas en fantásticas exploraciones como la de la astrónoma y poeta Rebecca Elson y su poema “Antídotos contra el miedo a la muerte”, que inicia con una sencilla y mágica frase:
“A veces como antídoto al miedo a la muerte, me como las estrellas”.
O bien, puedes optar por un pulpo tímido y somnoliento que se pliega conforme usas el cubrebocas. Si todo esto te parece poco, también está la planta de café sagrado, una jubilosa lluvia de meteoritos, animales exóticos, el sistema solar y mucho más.
El fin es divertirte con lo que te proteja y te ayude a disminuir el miedo. Todos podemos jugar un poco con nuestro escudo y explorar las posibilidades de transformar un simple cubrebocas en un mundo distinto. ¿Ya elegiste qué te vas a poner hoy?