La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26) tiene los ojos del mundo puestos en Glasgow, en donde los líderes del mundo están discutiendo las directrices en las que las naciones se encaminarán en los próximos años para mantener el aumento de temperatura en los niveles mínimos posibles. Uno de los países más prometedores era Suiza, sin embargo, sus políticas decepcionaron el primero día de conferencia. En contraste, el país africano Gambia, ha puesto el ejemplo y se convirtió en el único país con un plan que se adecua para mantener el aumento de temperatura en 1.5°C.
Decidiendo el rumbo del mundo
Más de 130 países se han dado cita en Glasgow, Escocia, en la COP26 que se está llevando a cabo desde el 31 de octubre y hasta el 12 de noviembre. El objetivo central es limitar el aumento de la temperatura global, que ha ido en crescendo desde la época industrial. Según el Acuerdo de París, las naciones deben cooperar para limitar el aumento por debajo del 1.5°C, sin embargo, las investigaciones recientes auguran un aumento por encima de los 4°C para finales de siglo. Las consecuencias son ya inminentes, desde el derretimiento de los glaciares, hasta el cambio de las corrientes oceánicas. El desequilibrio planetario es evidente en todos los sentidos y está afectando los ecosistemas y los biomas más importantes del mundo.
Por ello alcanzar la llamada neutralidad climática con esfuerzos combinados de la industria energética, la reducción de emisiones de carbono y la tecnología de captura, es imperante. Suiza era uno de los países más prometedores para presentar sus iniciativas para alcanzar la neutralidad de carbono. Anunció que se ha propuesto reducir hasta el 90% las emisiones de gases invernadero producidas por el transporte, la construcción y la industria. El tráfico vehicular produce un tercio de las emisiones registradas en aquella nación.
El ejemplo a seguir
Suiza está invirtiendo en centrales hidroeléctricas y otras fuentes de energía renovable, principalmente en la solar. Sin embargo, el principal elemento de la nación europea para reducir las emisiones es la Ley del CO2, aunque está basada en agravar los impuestos sobre el combustible y el gas natural. Esto como una obligación para compensar las emisiones de carbono. Pero el referéndum fue rechazado por la población suiza, que se opuso al aumento de nuevas regulaciones sobre el impuesto a los boletos de avión, un medio de transporte que genera toneladas de emisiones de carbono anuales. Según los expertos de la COP26, las medidas de Suiza son poco ambiciosas para alcanzar la tan deseada neutralidad de carbono.
En contraparte, el país africano Gambia está marcando el ejemplo y se ha convertido en el único país compatible con el 1.5°C, según Climate Action Tracker. El estado más pequeño de África ha lanzado proyectos para preservar sus bosques y manglares, una acción necesaria para alcanzar el equilibrio de carbono que se basa en capturar más carbono de la atmósfera del que se produce. Además el gobierno del país ha admitido que esta transición se ha convertido en un paso hacia el desarrollo económico del país. Gambia se ha convertido en un ejemplo mundial para lograr las metas del Acuerdo del Paris.