* por: Bárbara Baltazar
Durante las últimas 2 décadas el modelo de crecimiento económico de México ha vulnerado el dialogo con la población indígena, trastocando fuertemente los sistemas tradicionales de organización social, los culturales y los de producción. La promoción gubernamental de inversiones turísticas, mineras y la industria agrícola de gran escala, han sido los factores que prevalecen como fuentes de conflictos colectivos. Esta brecha de ruptura en el diálogo y el entendimiento culturalmente apropiado tensa la vida de las comunidades locales ante estos procesos fast track de aparente desarrollo, que buscan emular el cumplimiento de los principios rectores internacionales de los cuales México es parte.
Innumerables situaciones se presentan en la cotidianidad que ponen en contraposición dos visiones de la vida. Por un lado, la tradición ancestral de la relación con el medioambiente, la estructura de convivencia familiar y social y las formas de uso de los espacios, se confrontan con un sistema que ha avasallado desde la economía capitalista mediante la sobreexplotación de los recursos naturales y su diversidad biológica, la mercantilización de los servicios ecosistémicos y la sobreposición de un sistema político que no observa las formas ancestrales de organización indígena.
Ante ello, un proceso formal de consulta y participación es la ruta jurídica más clara y transparente y por ende, el mecanismo de atenuar una situación ya de por sí enmarañada. Dentro de ello, es indispensable procurar que los principios tanto doctrinales como legales que deben observar estos mecanismos sean cubiertos y respetados en armonía bajo un enfoque de derechos humanos, no como requisito administrativo, sino como un ejercicio pleno de reconocimiento legal hacia formas ancestrales de manejo de recursos y de vida en comunidad.
La experiencia de vinculación hacia estos espacios brinda, a la vez, la posibilidad de visibilización de las formas tradicionales indígenas ante el territorio y su organización. Quienes nos han mostrado que estas otras formas son posibles, son estas mismas sociedades; si hacemos una revisión histórica, encontraremos que las bases de estos mecanismos están ya cimentadas. La relevancia de su incorporación nos brindará posibilidades de restablecer escenarios de paz en donde ésta se ha desdibujado.
* Imagen: Wikipedia