Para ser sinceros, las babosas marinas no son los invertebrados más carismáticos ni los más tiernos que existen en el mundo acuático. Sin embargo, su presencia puede hipnotizarnos con sus colores brillantes y nítidos para advertirnos si se trata de una presa tóxica para el depredador.
De entre las 3 000 especies conocidas de estos animales en los océanos del mundo, la mayoría habitan en aguas tropicales; lo cual les permite tener un rango de vida variado, ya que algunas viven menos de un mes y otras, más de un año. Además, al ser hermafroditas, estas babosas marinas pueden reproducirse con cualquier otro miembro maduro de entre las otras especias.
Una de las especies que más ha llamado la ternura del público es esta babosa llamada Joruna parva, la cual tiene orejas de conejo que les ayuda a detectar químicos en el agua para reducir su exposición al riesgo. Se encuentran en el océano Índico, entre las Filipinas y Japón, donde han adquirido cierta popularidad por ser tan similares a un conejo pequeño en el mar.