Árbol Por árbol, Comunidades Indígenas Reforestan Los Andes

Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes

Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes y buscan generar un impacto para combatir los efectos del calentamiento global.

En una lección hacia la humanidad y de amor a la Madre Naturaleza, los pueblos tradicionales parecen ser los únicos que velan por su conservación. Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes y buscan generar un impacto para combatir los efectos del calentamiento global.

Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes

Desde Siberia, pasando por el desierto del Sahara, hasta la selva amazónica, las áreas intactas de la tierra se mantienen preservadas gracias a los pueblos tradicionales, quienes además buscan restaurarlas y restablecer el equilibrio natural. Ahora, comunidades indígenas del Perú reforestan los bosques más altos del mundo, en los Andes, para conservar lo que aún existe y restaurar lo que la humanidad ha derribado.

Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes

‘Acción Andina’ en busca del equilibrio

Han dedicado grandes esfuerzos a la plantación de queñuas (Polylepis spp), una especie endémica de la zona, que crece en las regiones más altas de los Andes. Bajo el proyecto llamado ‘Acción Andina’, los pueblos buscan reforestar los bosques de queñuas que han sido duramente castigados por la deforestación, el pastoreo y los incendios forestales.

Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes

Este tipo de bosques, también llamados bosques de yagual, crecen en regiones de gran altura. Los más altos alcanzan hasta 5 mil metros sobre el nivel del mar y resultan de suman importancia para la tierra. Son un ecosistema único de los Andes, que guarda gran biodiversidad pero que además, son cruciales para el suministro de agua de comunidades andinas y amazónicas.

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Las queñuas trabajan de forma armoniosa con su entorno, aprovechan la gran altitud y la humedad de las nubes para capturar agua gaseosa y transformarla en líquido vital que desemboca en ríos y manantiales. Lamentablemente la suerte de los bosques de queñuas no ha sido distinta de otros bosques en el mundo. Son sometidos a deforestación para la producción de leña y pastoreo, a tal grado que actualmente sólo restan cerca de 500 mil hectáreas de bosque.

El objetivo: 1 millón de hectáreas

Para minar este daño, comunidades descendientes de los incas están trabajando arduamente para recuperar los bosques más altos del mundo. ‘Acción Andina’ tiene como objetivo principal, restaurar 1 millón de hectáreas perdidas de bosque. No obstante, el trabajo será arduo ya que, del total de la cifra, medio millón será posible sólo mediante la reforestación. La otra mitad recibirá cuidados pertinentes para mantener a salvo el bosque en distintas naciones que incluyen Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Árbol por árbol, comunidades indígenas reforestan los Andes

Un gran número de miembros de la comunidad indígena se dan cita para cargar en sus espaldas, plántulas de queñuas. Para luego subir por los senderos más empinados, en una de las acciones de reforestación más grandes del mundo. En un sólo día se han plantado más de 100 mil árboles, gracias a hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad que actúan con gran honor como parte de la tradición indígena “Ayni” (ayuda mutua).

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