El compostaje humano no era algo viable hasta hace unos días. Es cierto: cuando alguien muere, lo último que pensamos es en cuánto se contamina con los procesos de sepultura. Enfrentarnos a la muerte no es sencillo, pero hay nuevos métodos que nos permiten considerar este pasaje de la vida como un proceso más natural.
Muchos queremos que ese difícil proceso de decirle adiós a alguien se esfume tan rápido como llegó. El paso del tiempo ha modificado nuestras formas de despedir a alguien; desde canibalismo, entierros en agua, cremación, hasta una muerte ecológica.
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Ahora, los funerales verdes son la opción que surge en medio de una crisis por disminuir nuestra huella de carbono. El espacio en las ciudades es cada vez más reducido, las zonas libres para uso funerario están alcanzando un punto crítico, además de que enterrar un cuerpo conlleva unos cuantos litros de agua al mes y también productos químicos.
Compostaje humano, el futuro de la muerte ecológica
De eso se trata el primer lugar de compostaje humano funerario que estará disponible en 2021 en Estados Unidos. La empresa Recompose ofrecerá una “reducción orgánica natural”, es decir, transformará los restos humanos en tierra orgánica.
Las criptas hexagonales reutilizables recomponen los restos en 30 días para crear una especie de suelo nuevo que formará otra vida. Los familiares pueden llevarse el suelo y utilizarlo en otros jardines o plantas. Esta es una forma de reconocer que toda la vida está interconectada y que podemos formar parte de un ciclo que jamás termina.
El proceso de compostaje humano implica menos impacto ambiental que los procesos convencionales: “minimiza los desechos, evita contaminar las aguas subterráneas con líquido de embalsamamiento y evita las emisiones de CO2 de la cremación, la fabricación de ataúdes, lápidas y revestimientos de tumbas”.
No estamos sugiriendo abandonar un proceso que es esencial para el ser humano, sino que transformemos ese proceso de dolor en una catarsis natural. Hagamos de la muerte un proceso resiliente, una relación fuerte con los ciclos naturales de la vida y la tierra gracias al compostaje humano.

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