Sabemos que el calentamiento global es una realidad, pero aún hay demasiadas cosas por saber sobre sus causas y efectos. En especial hay una que seguramente no has conocido hasta ahora: las heces de los cachalotes están ayudando a alentar el proceso de calentamiento del Océano Antártico.
El descubrimiento fue gracias a un equipo de científicos australianos basados en la Universidad Flinders. Después de llevar a cabo varios estudios, reportaron que las ballenas ayudan a incrementar los niveles de hierro en la aguas antárticas (que son deficientes de hierro).
Gracias a que los cachalotes buscan a sus presas en las profundidades y encuentran, por ejemplo, calamares gigantes, y luego defecan heces líquidas ricas en hierro cerca de la superficie, estimulan la producción primaria y regresan el carbón a las aguas profundas.
El hierro es importantísimo para la vida marina, y los océanos polares son cruciales para ayudar a regular los niveles atmosféricos de CO2. Así que el sistema digestivo de las ballenas está ayudando a que criaturas diminutas vivan y se reproduzcan, lo cual en turno mantiene balanceado al ecosistema de océano, que puede reciclar el carbón en el suelo marino.
Así, la matanza de ballenas no sólo es una tragedia para la especie, sino que impacta a todo el ecosistema oceánico, que es, muy seguramente, lo que puede acabar con el mundo antes que nada. Esta es una razón más para parar de una vez por todas los asesinatos a esta especie maravillosa que deambula por los mares del mundo.