Cuando se comparan los tamaños de cerebros entre perros y lobos, los últimos salen ganadores, pero una nueva investigación sugiere que la incesante selección artificial que los humanos han desarrollado al momento de reproducción de perros, está causando que inesperadamente sus cerebros se vuelvan más grandes.
La domesticación trajo cambios en los cerebros de animales
Muchas son las investigaciones que han analizado la evolución de los cerebros en animales salvajes que han sido domesticados por el hombre, y la mayoría muestra la misma tendencia: tanto perros, gatos, cerdos, ovejas, conejos y gatos, entre muchos otros, han sufrido una drástica reducción en el tamaño de sus cerebros.
Los científicos creen que dicha reducción es una respuesta a una menor necesidad de funciones cognitivas asociadas a la supervivencia. Es decir, a menor necesidad de sobrevivir y de caza para conseguir alimento, ha disminuido el tamaño del cerebro de los animales domésticos. No obstante, una investigación reciente descubrió que paradójicamente los cerebros de los perros específicamente, han ido en aumento de tamaño.

El equipo de investigadores a cargo del biólogo evolutivo Niclas Kolm de la Universidad de Estocolmo en Suecia, comparó el tamaño de cráneos de al menos 159 razas de perros, incluidos algunos lobos. Por una parte, comprobaron que los lobos poseen un cerebro 24% más grande que el de un perro de tamaño similar, pero también encontraron resultados inesperados.
Cuánto más difería genéticamente hablando, la raza de perro analizada de los lobos, más grande sería su cerebro. El hallazgo desconcertó a los investigadores, ya que sugiere que si bien la domesticación ha resuelto algunos problemas de supervivencia o comportamiento tales como la elección de pareja, caza de presas y supervivencia ante depredadores, también ha desencadenado un crecimiento cognitivo en lo que va del último siglo y medio, o al menos eso era lo que los investigadores esperaban encontrar.
“Diferentes razas de perros viven en diferentes niveles de complejidad social y realizan tareas complejas, que probablemente requieren una mayor capacidad cerebral”, concluye Niclas Kolm.
¿Perros más inteligentes?
La domesticación de los canes les ha conferido nuevas tareas que requieren altos grados de inteligencia, como la detección de enfermedades, así como las actividades que desempeñan los perros guías. Es por esto que Kolm y su equipo pensaron que tal sería la respuesta ante el aumento de tamaño cerebral en los canes, pero entre más avanzaron en el estudio, la respuesta se alejó de la hipótesis.
Encontraron que el único factor que pareció afectar el tamaño cerebral promedio en distintas razas de perros modernas, fue cuán diferentes eran sus genes en comparación con los lobos. Ni la función de la raza, el tamaño de las camadas o las esperanzas de vida para las distintas razas de perros, fue un factor relacionado con el tamaño de sus cerebros. En cambio, la única variable que encontraron en correlación con el tamaño del cerebro canino, fue la diversificación genética a partir de los lobos.

En el pasado ya se habían estudiado los tamaños de cerebros en perros elegidos de manera individual y los resultados no fueron analizados desde el punto de vista evolutivo. Tales investigaciones sugieren que el tamaño cerebral juega un papel importante en su memoria y autocontrol; pero esto no parece ser una fuerza lo suficientemente fuerte como para influir en el tamaño relativo de la raza en general.
Con la supervivencia descartadas del mapa, los biólogos suponen que el aumento en el tamaño del cerebro canino puede estar relacionado con el entorno social complejo en el que están inmersos. “Quizás el entorno social más complejo, la urbanización y la adaptación a más reglas y expectativas hayan causado este cambio, afectando a todas las razas modernas”, especula el etólogo Enikő Kubinyi de la Universidad Eötvös Loránd en Hungría.
Si bien se desconocen todavía las causas del inesperado aumento en el tamaño de los cerebros perrunos, existe evidencia de que los perros mejor emparentados con los lobos, son menos eficientes para comunicarse con los humanos, que otras razas más alejadas genéticamente de los lobos. La respuesta podría estar escondida en la capacidad de comunicación de los perros con los humanos, aunque para comprobarlo se requiere más investigación al respecto.
Referencias: Kolm, N. et al. Evolution of relative brain size in dogs—no effects of selection for breed function, litter size, or longevity. Evolution, DOI