Las primeras fogatas marcaron un hito en la evolución de nuestra especie. El dominio del fiero elemento permitió alumbrar, calentar y cazar. Aparte de los seres humanos, ninguna otra criatura había iniciado un fuego deliberadamente… hasta ahora, pues al parecer, algunas especies de aves rapaces de Australia han aprendido a controlar el fuego.
¿Por qué estas aves están jugando con fuego? Varios observadores han visto al milano negro y al halcón berigora recoger ramas encendidas para luego llevarlas a otros lugares y dejarlas caer. Esta conducta lleva tanto tiempo ocurriendo que ya ha sido estudiada. Según una investigación publicada en el Journal of Ethnobiology, parece estar relacionada con un instinto básico de estas especies: la caza. El fuego es un peligro para las lagartijas, víboras y roedores que les sirven de alimento. Para estas aves, sin embargo, el fuego es un arma.
El milano negro y el halcón berigora provocan un pequeño incendio con las ramas que dejan caer. Después, reciben a las pequeñas especies que emprenden la huida a pocos metros del árbol. Este audaz sentido de la estrategia se asemeja al de los humanos a un nivel sorprendente. Si aprender a controlar el fuego fue el catalizador de toda nuestra civilización, ¿qué significará para estas aves?
Por el momento, podemos adjudicarlo al impredecible flujo de la evolución. Tiene todo el sentido que las aves naturalmente busquen maneras de alimentarse de forma más eficiente. Pero el punto que sobresale es la inteligencia que estas especies han sido capaces de desarrollar. Hasta hace poco tiempo, la idea de una conciencia animal no estaba en el horizonte. Seguramente esto se debe, más que nada, a nuestra falta de atención.
Varios animales poseen una sensibilidad impresionante y compleja que abarca todos los ámbitos de la conciencia humana: la comunicación, los lazos sociales, la capacidad de cálculo. Si algo nos demuestran estas aves es que los humanos no somos -ni seremos- los únicos en constante transformación.
* Fuentes
Mark Bonta, Robert Gosford, Dick Eussen, Nathan Ferguson, Erana Loveless y Maxwell Witwer, “Intentional Fire-Spreading by “Firehawk” Raptors in Northern Australia“, Journal of Ethnobiology 37(4), (1 diciembre 2017). https://doi.org/10.2993/0278-0771-37.4.700