El efecto depredador del ser humano ha provocado que gran parte de los arrecifes coralinos cercanos a la zona costera se estén secando, ocasionando la vulnerabilidad de las playas. Es un hecho que estos sistemas arrecifales son elementos de protección costera natural en eventos ciclónicos extremales (Huici, 2010). De acuerdo con información recabada por el CENAPRED 1 , los huracanes afectan directa e indirectamente al 60% del territorio nacional y constituyen, sin duda, desastres naturales de mayor recurrencia, con efectos devastadores sobre el desarrollo humano (víctimas mortales, damnificados, infraestructura), así como daños ambientales y pérdidas económicas. Por tal motivo, se ha buscado la manera de generar el mismo efecto benéfico y de protección (disminución de la fuerza del oleaje incidente en la playa) de manera artificial (Guiterrez, 2011).
Al reflexionar con lo anterior, las preguntas que se plantean son las siguientes: 1.- ¿los arrecifes artificiales son un paliativo para enmendar la presión que se ejerce sobre los arrecifes coralinos?, o 2.- ¿acaso los arrecifes artificiales son una medida urgente de protección playera? Otra de las interrogantes que podrían generar controversia es acerca de los materiales para la conformación de estos, quizá haya quienes se pregunten: 3.- ¿son arrecifes artificiales o un basurero submarino?, ya que existen los Arrecifes de Oportunidad que están conformados por llantas coches, aviones, vagones de metro, etc (Quintanilla, 2015). El tratado del ensayo es que, los arrecifes artificiales son estructuras que colaboran con la protección costera y ayudan a la disminución del estrés provocado a los sistemas coralinos, proporcionando, en conjunto, el desarrollo del ecoturismo y obteniendo como resultado un beneficio económico a las comunidades.
En consecuencia, este ensayo afirma que la utilización de los arrecifes artificiales son un buen instrumento para la regeneración de las playas, así como la restitución de la presión existente en los corales. Todo lo anterior siempre y cuando se gestione de manera integral, llevando a cabo estudios científicos del diseño técnico de las estructuras, así como estrategias que contemplen los posibles conflictos, económicos, sociales y ambientales que estás medidas pudieran ocasionar.
Brevemente para ello, el ensayo plantea cuatro argumentos, el primero analiza las causas de la devastación de los sistemas arrecifales adyacentes a la costa. El segundo expone algunos de los propósitos de los AA 2 , la clasificación y los materiales que regularmente se utilizan. El tercero plantea la falta de normatividad básica mexicana, encargada de regular el propósito, y los
tipos de materiales con lo que es posible generar los sistemas arrecifales artificiales. Finalmente, el cuarto describe el uso de estos elementos como método de protección costera.
Devastación de los sistemas arrecifales coralinos
En el tiempo en que vivimos, prácticamente todo lo que amenaza al ecosistema arrecifal coralino, es producto del cambio ambiental que producen las actividades Humanas (Jordán, 2011). Es muy importante señalar que existe una relación estrecha entre las amenazas e impactos, actuando de forma sinérgica. Por ejemplo, los ciclones son fenómenos tropicales que cuando impactan a los corales, producen destrucción, pero hay un mecanismo natural de renovación ecológica, aunque por efectos del calentamiento global estos eventos extremos sean más intensos y frecuentes, pudiendo rebasar la recuperación natural tanto de los corales como de las playas.
Un caso importante ocurrido en el Caribe Mexicano fue el paso de los huracanes Gilberto (1988) y Wilma (2005) (CNA-SMN, 2005), que incidieron en Puerto Morelos y donde los daños fueron mínimos. Al igual que sucedió al sur de la Punta Nizuc donde existe una cadena arrecifal, diferente de lo que sufrieron las playas de Cancún donde fue devastador, ya que la infraestructura hotelera estaba cimentada sobre las dunas y los manglares de la zona, que funcionaban como una protección natural ante este tipo de fenómenos, evidenciando el papel de los arrecies, manglares y dunas como elementos preventivos para este tipo de eventos.
Existen otras amenazas que tienen que ver con la destrucción directa, desde las actividades recreativas, la sobreexplotación, el desarrollo portuario industrial en las zonas costeras, la contaminación de los mares y erosión de la tierra (Pérez del Toro Rivera, 2001).
Propósito, Clasificación y Materiales
La forma, el tamaño, las profundidades de instalación y otros factores, son determinantes para que un arrecifes artificial cumpla adecuadamente con los propósitos para los que ha sido diseñado (Robles, 2015). Estos elementos pueden ser clasificados de la siguiente manera: 1.- destinados a actuar sobre el medio físico 3 , 2.- sobre la biota 4 y 3.- otros usos 5 (Minsterio de Medio Ambiente España, 2008).
La estructura, diseño y materiales de un arrecife artificial suelen depender del objetivo final, variando para su construcción desde los más elementales a base de roca o troncos, pero también de forma “práctica” autobuses, trenes de metro, plataformas petroleras, etc. (Artificial Reef Subcommittees, 2004). Los elementos para construir arrecifes artificiales pueden dividirse en 3:
1.- Elementos de desecho 6 (estos elementos a corto plazo, son más perjudiciales para el medio ambiente que el beneficio que genera),
2.- Geocontenedores 7 ,
3.- Roca o elementos de concreto simple 8 . En definitiva vienen empleándose de muchas formas, diseños y construcción (Serra & Medina, 1987).
Normativa Mexicana Inexistente
Los arrecifes artificiales no cuentan con una normativa mexicana básica que recoja todas las finalidades de los que se pueden emplear. Existen algunas normativas Europeas como la legislación Española, pero sólo se tiene en cuenta en el concepto de regeneración de los recursos marinos vivos, y otros fines no quedan expresamente prohibidos (como el de protección costera) por lo que las limitaciones y condicionantes no proceden con esas legislaciones es distinto al de la regeneración marina (Minsterio de Medio Ambiente España, 2008).
Elemento de protección costera
Los Arrecifes artificiales como elemento de protección costera pueden permitir la disminución o incluso la total supresión de la tendencia erosiva de una playa no sóolo evitando la pérdida de arena sino la recuperación de la misma (Bricio, 2009). Así mismo aumenta el valor de esparcimiento en el mar incorporando múltiples opciones de uso, como el buceo, hábitat marino, investigación científica y regeneración de las playas.
En conclusión, se necesitará encontrar una justa medida sobre los intereses de los sectores industriales y turísticos acerca del cuidado de la zona costera, seguir creando conocimiento científico integral sobre este tema, generando mecanismos e instrumentos legislativos nacionales sobre la utilización de los arrecifes artificiales, para evitar el daño a los ecosistemas marinos.
KENNA ROBLES VARGAS