La gran África Salvaje es uno de los puntos del globo terráqueo que más contrastes naturales muestra. Pese a que el continente se conoce por sus crudas sequías y por albergar al desierto más grande del mundo, también es uno de los que más biodiversidad posee. Namibia es uno de los países que presume tal riqueza, pues al menos en sus territorios se pueden encontrar 12 diferentes tipos de ecorregiones. Los elefantes forman parte importante de las especies que viven en Namibia, sin embargo, el gobierno considera que sus poblaciones están incrementando peligrosamente y ha decidido subastar a 57 elefantes al mejor postor.
El Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Turismo de Namibia confirmó lo que ya venía anunciando desde 2021. En aquel entonces lanzó el anuncio a los mejores compradores para adquirir un ejemplar de elefante africano, pese a que se trata de una especie que ha sufrido las inclemencias de la humanidad que persigue el marfil que los caracteriza, llevándolos hasta el punto de peligro de extinción.
Namibia subasta elefantes
Se ha confirmado la venta de 57 ejemplares con las que el gobierno namibio pretende ingresar 5.7 millones de dólares en total. Hasta ahora han logrado recaudar 4.4 millones de dólares que, según los documentos oficiales, han pasado a manos del organismo Game Product Trust Fund. Anuncio que levanta controversia pues dicho mecanismo se fundó con el objetivo de garantizar que todos los fondos provenientes de la venta de animales, ya sea para caza o destinados a zoológicos, se utilicen exclusivamente para la conservación silvestre.
Una de las razones por las que las autoridades namibias han decidido poner a la venta a 57 elefantes, es presuntamente el peligroso crecimiento de sus poblaciones. Se ha dicho que con la sequía que se ha instaurado en el sur de África, los paquidermos se han infiltrado en territorios poblados por humanos en búsqueda de agua y alimento. Situación que pone en peligro la coexistencia amistosa entre ambas especies.
En total ya han sido capturados 37 ejemplares de elefantes africanos, de los cuales 15 permanecerán en el país y 22 serán exportados. No obstante, el gobierno no ha puesto claras las cosas. Ha dicho que únicamente después de la transacción, se conocerá el destino último de los paquidermos.
“Actualmente, los elefantes se mantienen seguros en una instalación de cuarentena a la espera de ser exportados. Se capturaron manadas familiares para este propósito. Los 20 restantes aún deben capturarse en espera de la emisión de permisos CITES del país donde se exportarán los elefantes, un acuerdo firmado y el pago completo”, declaró el gobierno de Namibia.
Se desata la controversia
Ante la situación, diversas organizaciones a favor de los derechos de animales han levantado sus quejas. La falta de información sobre los compradores y el destino de los elefantes ha llevado a muchas organizaciones a especular que algunos de los ejemplares están destinados a zoológicos en países de Oriente Medio. Las autoridades han negado tales acusaciones, sin embargo, tampoco han dado a conocer a los compradores. Supuestamente esta información saldrá a la luz únicamente después de que concluyan las licitaciones.
Los elefantes africanos se encuentran en peligro de extinción, pues se les caza constantemente por su marfil. La venta controlada de paquidermos supuestamente traería mayor control para la coexistencia con los humanos a la par de ingresar fondos para la conservación silvestre. Sin embargo, los daños que esto puede causar a los elefantes resultan innumerables. Empezando por la separación de su manada pues se sabe que forjan vínculos extremadamente fuertes. Además de condenarlos a una vida en cautiverio donde claramente no recibirán las condiciones de vida a las que están acostumbrados.
Esta no es la primera vez que Namibia se involucra en la venta de elefantes. Usando la sequía como pretexto y la invasión de los paquidermos, con anterioridad ya ha subastado a más ejemplares. Pero el pensamiento que muchos defensores de los animales predican y con el que estamos totalmente de acuerdo, es que los invasores no son los animales. Pues la naturaleza tiene sus propios mecanismos para encontrar el equilibrio.
Hace falta mucha disposición humana para comprender el ciclo de la naturaleza, pero que no se nos olvide que este es un mundo compartido. No es nuestro derecho, ni obligación, ni responsabilidad quitar la libertad a un ser animal. No podemos disponer de la vida de otros y mucho menos reclamar que merecemos más que ellos.