El lobo ibérico está catalogado como en peligro de extinción en países como Portugal donde cuenta con el máximo grado de protección legal. Pero esta situación no aplica para todos los países que tienen sus propias legislaciones sobre las medidas de conservación de los animales. Afortunadamente y en un triunfo para la naturaleza, España se ha sumado a Portugal y prohíbe definitivamente la caza de lobos ibéricos.
En una histórica reivindicación y revalorización de la especie de lobos ibéricos (canis lupus) en España, el país prohíbe ahora definitivamente su caza y ha ingresado al mamífero en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). Medida que se publicó en el Boletín Oficial del Estado en forma de orden ministerial y entró en vigor el 22 de septiembre de 2021.
A menudo el estatuto de las especies en cada país suele ser un problema para la protección de muchas de ellas. En el caso del lobo ibérico, pese a que distintas organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza y la misma Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico, demandaron por largos años la protección de dicha especie y su inclusión en España en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, los esfuerzos no habían surtido frutos.
Afortunadamente esto cambió y ahora ha quedado totalmente prohibida la caza de lobos en tierras españolas con cualquier fin. De esta manera no sólo se protege a los cánidos, sino que el ecosistema mismo se beneficiará del estatuto de conservación. Desde años atrás se ha sabido que la presencia de las poblaciones de lobos en su hábitat natural es de vital importancia para mantener la salud de sus ecosistemas. En el pasado han existido casos documentados como el del Parque Yellowstone, donde la sola conservación de lobos trajo consigo el restablecimiento del entorno completo.
España prohíbe la caza de lobos
Hasta ahora, el lobo ibérico contaba con el resguardo de las autoridades únicamente en las zonas meridionales de España. Al sur del río Duero las poblaciones de lobos ya estaban incluidas en el Catálogo, no obstante, estas tan sólo representan el 5% de la presencia total de los cánidos en toda España.
Existe una gran controversia respecto al tema, ya que los lobos han sido objetos de cacería desde décadas atrás. Varias regiones del país concedían cupos de caza legal para lobos, cuyas poblaciones han sido llevadas al límite por parte de la actividad cinegética. La temporada de cacería comienza anualmente el 25 de septiembre, por lo que la entrada en vigor de la protección del lobo ibérico llega en un día oportuno para brindarle protección total a la especie.
Esta medida busca aumentar de 297 a 350 las manadas existentes, así como duplicar la superficie de hábitat natural por la que se distribuyen. Con esta iniciativa también se busca ampliar su ecosistema que pasará del 10% al 20% del territorio nacional.
Lagunas visibles
Cuando se trata de legislaciones que se encargan de regular la conservación de especies que son objetos de la caza, siempre existen lagunas que algunos aprovechan a su favor. En el caso de los lobos ibéricos que ahora España prohíbe cazar, existe una excepción a la regla. Y esta se refiere a la falta de ‘solución satisfactoria’ de cara a la protección del ganado. Es decir, cuando no exista otra salida para proteger a los animales de ganadería, sólo entonces se podrá cazar al lobo ibérico.
Lamentablemente con anterioridad ya se ha visto el uso de este tipo de lagunas para el beneficio propio. Tal como en el caso de la caza del oso más grande de Europa a manos del príncipe de Rumania. El príncipe apeló a la caza por falta de ‘solución satisfactoria’ y dio fin a la vida del emblemático oso Arthur. Esto pese a que este se encontraba en una reserva protegida y bajo estatutos de conservación.
Como quiera que sea, la declaración de la prohibición de caza de lobos en España es un gran triunfo para la naturaleza. Esperemos sirva de ejemplo para otros países que igualmente lidian con la actividad de caza en sus territorios.