Los árboles son testigos elegantes y silenciosos de los hombres. Algunos llegan a vivir miles de años, y en su notable imponencia parecieran guardar una sabiduría cuyo lenguaje, consiente o inconscientemente, percibimos. Los árboles son como refugios brujos, pues hechizan, y además nos permiten darnos respiros de protección y dulzura; como si fueran unas madres llenas de generosidad.
Beth Moon, una fotógrafa radicada en San Francisco, en un franco homenaje a los árboles, ha fotografiado por 14 años los ejemplares más viejos del planeta; recorriendo el mundo para refugiarse cara a cara en estos sublimes vestigios naturales. Hasta 60 fotografías de Moon aparecen en un libro llamado “Ancient Trees: Portraits Of Time”, del cual se desprenden algunas de las siguientes poderosas imágenes.