El agua potable es un recurso que progresivamente escasea. Como muchos países, México enfrenta problemas que obligan a modificar la administración del agua, a fin de satisfacer las demandas de abastecimiento que corresponden al creciente número de habitantes.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua, México aparece en el puesto 93 (de 200) en la lista de países con mayor cantidad de agua renovable per cápita. En específico, la Ciudad de México y 11 municipios del Estado de México se abastecen a través del Sistema Cutzamala. Este es uno de los sistemas de suministro de agua potable más grandes del mundo: abastece de aproximadamente 485 millones de metros cúbicos anuales y se complementa con el Sistema Lerma, la extracción de agua subterránea, ríos y manantiales.
De las 60 montañas que rodean al Valle de México, 20 son volcanes que producen agua de deshielo. Esta megalópolis se nutre de 45 ríos y 3 mil pozos que extraen agua a 450 metros de profundidad.
Irónicamente, la mayor parte de esta agua se desaprovecha, debido a que se conduce directamente por el drenaje. El desabasto se acompaña de los colapsos de pozos y la contaminación del agua. Pero el problema del agua en México es también un problema de gobernanza.
¿Cómo se mide la calidad del agua potable en la Ciudad de México?
El Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México y la Red Nacional de Monitoreo de Calidad del Agua evalúan la calidad del agua y miden la potabilidad con base en dos indicadores: la demanda bioquímica de oxígeno y la demanda química de oxígeno.
Así se determina la cantidad de materia orgánica en el agua y se establecen, a través de la NOM 127-SSA, los límites permisibles de calidad y los tratamientos del agua para su potabilización.
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Un mapa del agua potable en la Ciudad de México
El mapa que presentamos abajo, elaborado con información del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) por el sitio Propiedades.com, muestra las colonias de la Ciudad de México con abastecimiento de agua potable, de agua que puede consumirse y de agua no apta para el consumo humano.
En azul se muestran las zonas donde el agua que se suministra a la población cumple con los límites permisibles establecidos en la NOM, siendo apta para uso y consumo humano.
En verde se resaltan las zonas donde el agua no cumple con la norma, pero su consumo no afecta a la salud. El agua que se suministra a la población rebasa los límites permisibles establecidos en la NOM; sin embargo, el líquido no causa efectos adversos a la salud si se ingiere.
Las zonas en naranja muestran el agua que no cumple con la norma y que sólo es apta para utilizarla en los servicios de limpieza de la casa habitación y para el uso sanitario. El agua de suministro de estas zonas se considera apta para la construcción. La de consumo humano es suministrada por carros pipa.
El agua es un recurso natural que debemos proteger para garantizar el funcionamiento de los ecosistemas y la supervivencia de los seres vivos.