El Día Mundial de la Vida Silvestre marca el 50 aniversario de un acuerdo internacional entre gobiernos para garantizar que el comercio de animales y plantas silvestres, cuyo valor se estima en miles de millones de dólares estadounidenses en todo el mundo, no amenaza la supervivencia de las especies.
El acuerdo voluntario, denominado Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), proporciona diversos grados de protección a más de 37 mil especies en todo el mundo. El texto del convenio se acordó en una reunión celebrada el 3 de marzo de 1973 y entró en vigor en 1975. Proporciona un marco para que 184 participantes -entre ellos China, EE.UU. y la Unión Europea- garanticen el comercio sostenible de especies silvestres para productos como alimentos, pieles, madera y medicinas.
“Sin CITES, careceríamos de un mecanismo vital para detener la siempre fluyente, y trágica, extracción de especies impulsada por la demanda del mercado”, declaró Abigail Entwistle, de la organización benéfica de conservación Fauna & Flora Internacional (FFI), en un comunicado de prensa.

El hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis), que mide aproximadamente 1 metro de altura, también está protegido por la CITES. Estos herbívoros se encuentran en los bosques y pantanos de África Occidental, y la mayoría vive en Liberia, como se ve en la foto de arriba tomada con una cámara trampa. La CITES y la FFI están trabajando con las comunidades locales para rastrear y salvaguardar a estos animales nocturnos.
Recientemente, los conservacionistas han confirmado que los hipopótamos pigmeos tienen una distribución más amplia de lo que se pensaba. Detectaron ADN de hipopótamo pigmeo en 10 lugares del sureste de Liberia utilizando una tecnología pionera de la empresa NatureMetrics que contribuirá a los esfuerzos para proteger la especie.

Un macho de iguana rinoceronte rosa de las Granadinas (Iguana insularis insularis) aparece en la foto de arriba, tomada en la isla de Palm, en San Vicente y las Granadinas, en el Caribe. Esta llamativa especie está amenazada por la caza furtiva, así como por la competencia de la iguana verde no autóctona (Iguana iguana) por la comida y el territorio, pero aún carece de protección CITES.
Desde 2016, FFI trabaja con socios locales e internacionales para proteger la especie. La organización benéfica afirma que “la inclusión en la CITES sería el siguiente paso lógico” para salvaguardar su supervivencia.