La COP26 ha llegado a su culminación, con varios acuerdos firmados, muchas promesas al aire y la controversia sobre la restricción de participación a las organizaciones de pueblos indígenas. Miles se dieron cita a las afueras del Centro de Exposiciones de Escocia, sede la conferencia, para protestar contra las riendas que los líderes de países están tomando sobre el futuro de planeta. Greta Thunberg libera a un grupo de jóvenes activistas que no están de acuerdo con las vagas acciones tomadas y buscan presionar a la ONU para que emita una declaración de emergencia climática global.
El grupo conformado por 14 adolescentes de todo el mundo está buscando abrir otras alternativas para que se les escuche sobre la urgencia de cambiar las prácticas mundiales que van en contra del medio ambiente. El grupo que lidera la joven Greta Thunberg, con anterioridad ya había presentado un caso ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, en donde se declaraba que los países que perpetúan el cambio climático están violando sus derechos humanos. Y aunque el comité rechazó el caso, los jóvenes activistas han decidido no darse por vencidos.
Exigen declarar una emergencia climática global
Están buscando intervenir en lo que consideran una decepción por parte de los líderes mundiales, para abordar el cambio climático. La misma Thunberg tildó a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) como un ‘fracaso’ y llena de palabras al aire. Tanto ella como los demás activistas juveniles exigen que se pongan acciones detrás de dichas palabras. Por ello, están pidiendo al secretario general de la ONU, Antonio Gueterres, que declare al cambio climático como una emergencia global de nivel 3. La más alta posible que se utilizó para denominar a la pandemia de COVID-19 que todavía aqueja al mundo.
La declaración de emergencia global de nivel 3, es de tal magnitud que ipso facto traería consigo la movilización de recursos y la experiencia técnica para luchar en contra del cambio climático. Tales recursos irían directamente a los países con menos posibilidades económicas para enfrentar la crisis ambiental. Hechos que ya comienzan a verse en distintas partes de mundo, como Madagascar, que se encuentra en una terrible hambruna causada por el calentamiento global.

Melissa Sweet
Frente global y no fragmentado
“Los países que menos emiten [gases de efecto invernadero] enfrentan los mayores riesgos”, expresa la petición. “UNICEF ha identificado 33 países como de ‘riesgo extremadamente alto’ para los niños debido a las amenazas del cambio climático. Esos países contienen la mitad de los niños del mundo, pero son responsables colectivamente de sólo el nueve por ciento de las emisiones de CO2. Los 10 países con mayores emisiones representan casi el 70% de las emisiones globales, pero sólo uno, India, está clasificado como ‘de riesgo extremadamente alto’”.
Los jóvenes activistas han declarado que la crisis por el cambio climático debe enfrentarse de manera global y no por naciones, tal como lo han venido haciendo los países. Que ya se ha visto que está destinado al fracaso. En cambio, piden la creación de un equipo de gestión de la crisis ambiental para supervisar la acción inmediata de la comunidad global.
“Espero que la petición envíe un mensaje de urgencia”, expresa Alexandria Villaseñor, activista juvenil que se encuentra en primera fila de la lucha climática. “Hemos tenido 26 COP que han sido fracasos. Ahora mismo es el momento de actuar, y debemos hacerlo con urgencia. Son los jóvenes los que continuamente les recuerdan a los que están en el poder que tenemos que hacer algo ahora mismo, y esta petición es una forma importante de hacerlo”.
Los jóvenes activistas liderados por Greta Thunberg, creen que el secretario general de la ONU ya ha leído un borrador de su petición. Por lo que los ojos del mundo y de aquellos que están en el frente de la lucha, están dirigidos hacia lo que suceda en los próximos días. El cambio climático es una realidad, las cifras lo demuestran. Y mientras los líderes siguen sin actuar y sólo lanzan promesas de papel, los jóvenes exigen acciones contundentes.