Cuando múltiples factores de nuestra vida se conjugan y accedemos a ese momento en que todo tiene coherencia, nuestra presencia en este camino toma sentido. Estos momentos suelen llegar en distintas etapas, y si bien no existe un lugar preciso en el que sentiremos esa armonía gloriosa per se, la existencia de lugares en el planeta que parecieran potenciar este tipo de experiencias es un hecho.
Sedona, situado en Arizona, es considerado un lugar particularmente espiritual. Aquí muchas personas aseguran haber experimentado vivencias paranormales, o bien momentos épicos de sentido existencial que los acompañarán durante el resto de su vida –fenómeno conocido como experiencia del espíritu–.
En 1950 Sedona atrajo al pintor surrealista Max Ernst. Posteriormente, otra camada de artistas visitaron el lugar. Las majestuosas rocas color rojizo, los canales de agua y los impresionantes ríos interrumpidos momentáneamente por pequeñas cascadas, dan vida a un paradisíaco escenario que, entendiblemente, estimula el trabajo del espíritu.
Sedona, el paraíso de los viajeros espirituales

Meditando en Sedona: yTravel Blog
Los viajeros, a lo largo de la historia, generalmente experimentan momentos de introspección continua, ya sea por el enfrentamiento de recuerdos, la obligación de afrontar situaciones inesperadas o la necesidad de plantearse nuevas formas de vida después de lo que se ha visto y aprendido. Viajar incentiva continuamente un proceso de sensibilización espiritual. Y si además elegimos sitios tradicionalmente admirados por su esencia mística, los llamados ‘lugares de poder’, entraremos en contacto con miles de intenciones que han desfilado con un mismo fin: el enriquecimiento del espíritu.