El dinero no es más que intercambio. Después de que las grandes culturas antiguas experimentaran el trueque entre alimentos y otros productos, las sociedades evolucionaron hasta crear las actuales divisas. Sin embargo, entre todo el dinero moderno existen las monedas alternativas, aquellas monedas que nacen en comunidades donde generalmente no hay divisas globales.
Las monedas locales cuentan la historia de comunidades productivas. Los habitantes de estas zonas difícilmente tienen acceso a la moneda global, pero en lugar de que esto sea un obstáculo se convierte en un incentivo para generar una economía propia.
Mientras el resto del mundo está sujeto al movimiento de las divisas globales, estas comunidades refuerzan su identidad a través de las monedas alternativas. El intercambio interno se fortalece gracias a la producción de la comunidad y una forma de pago son las monedas alternativas.
Conociendo economías alternas
Las monedas comunitarias son conocidas como monedas alternativas o complementarias. Su funcionamiento va más allá de las crisis globales o el movimiento de los mercados. De alguna forma, esta es una economía más pequeña y estable.
Se estima que en el mundo existen alrededor de unas 4,000 monedas alternativas diferentes. Algunas se han consolidado y otras han tenido una vida corta. No obstante, muchas de ellas se mantienen como una invitación a imaginar otros sistemas económicos que funcionan para ciertos territorios en el mundo.
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Algunas de las monedas alternativas de México
Tláloc
Esta iniciativa se lanzó en 1996 como un mercado solidario o tianguis en el que los productores y servidores podían acceder a un multitrueque.
Túmin
Veracruz fue el estado que vio el nacimiento de la moneda túmin en 2010. En el municipio de Espinal en la sierra de Veracruz, donde túmin significa dinero en totonaca, fue creada esta moneda alternativa con el fin de inaugurar los pactos de comercio entre los comerciantes de la zona.
Los túmin valen 1 peso mexicano y se emiten en billetes de 1T, 5T, 10T y 20T. Para 2012 cerca de ocho municipios en la sierra ya utilizaban esta moneda, y en 2015 se acumulaban unos 800 participantes en distintos estados del país.
Amanatli
En julio de 2015, San Miguel de Allende (Guanajuato) vio crecer la moneda comunitaria amanatli, que se usaría en el Tianguis Multitrueque. Esta moneda únicamente circula el último domingo de cada mes en la comunidad y su objetivo es que la comunidad trabaje no por dinero, sino por un intercambio justo de bienes.
Kuni
En el estado de Querétaro, justo en la zona de nhanhú nació la moneda kuni. Respaldada por una red de 22 productores de maíz orgánico, hortalizas, jabones, artesanías, pan artesanal y otros servicios, el kuni funciona como pago entre aquellos que buscan un intercambio justo.
Fausto
Estudiantes y profesores de la UNAM unieron esfuerzos para crear esta moneda comunitaria. No se trata exactamente de una moneda que navega en una comunidad rural o indígena, sino que nace como una forma de enseñarle a los estudiantes sobre economías alternativas.
Caribe
En Puerto Morelos, Quintana Roo, esta moneda electrónica surgió con fines ecológicos. Alimentos orgánicos de pequeños productores de la comunidad se adquieren a través de este simbólico valor digital. El caribe equivale a 1 peso mexicano y desde 2011 se han creado muchos acuerdos comerciales gracias a esta moneda.
Mixiuhca
En el Tianguis del Kiosco de la Magdalena Mixiuhca nació esta moneda. Cada mixiuhca equivale a 5 pesos mexicanos y puede intercambiarse por cacao, comida, plantas y servicios médicos. Como una forma de disolver la estructura económica, esta comunidad de la Ciudad de México crea nuevas formas de intercambio.
Itacate
Proveniente de la red de la moneda tláloc, el itacate nació en 2012. Más de 52 productores fueron integrándose a una red en la que recibían un crédito de 200 itacates, además de un 20% de ganancia por cada producto vendido.