El verano está a punto de llegar, y el sol, protagonista de la estación, brilla con todo su esplendor.
Diversas campañas publicitarias promueven el uso de protector solar, pero ¿realmente lo usamos de manera constante?
El sol cumple funciones vitales en nuestro organismo, nos provee vitamina D y, generalmente, mejora nuestros estados de ánimo.
Ya sea en playa o en ciudad, las personas tratan de obtener un mejor tono de piel, aparentemente más saludable, y esto puede tener consecuencias muy graves si la exposición al sol es por largos periodos. Las quemaduras solares no sólo son dolorosas, también traen consigo envejecimiento prematuro y, a largo plazo, cáncer.
Por mal uso o por desinformación, en ocasiones el protector solar no es suficiente, o no es bien utilizado, para cuidarnos de los daños del sol, por ello es necesario apoyarnos en alimentos que contribuyan a cuidar nuestra piel.
Omega-3
Es parte de los llamados “Aceites Esenciales”. Deben ser consumidos a través de la dieta, ya que nuestro cuerpo no los produce. Las mejores fuentes para obtenerlo son el pescado de agua fría como el salmón y las sardinas, y las nueces, principalmente.
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, reduce y previene de manera significativa las quemaduras causadas por el sol.
Té verde
Otro “súper alimento” que contribuye al cuidado de la piel. Por su gran contenido de antioxidantes, el té verde protege a las células de los rayos UV. Con tan solo 2 tazas al día, este maravilloso líquido hará todo lo que necesitas para prevenir el envejecimiento prematuro.
El brócoli y otros vegetales de la familia Brassica
Las verduras que pertenecen a esta familia, como el brócoli, col, hojas de mostaza y la espinaca, son ricas en glucosinolatos sulforafano. Este descubrimiento fue realizado en 1992 por Paul Talalay y el Laboratorio de Farmacología Molecular en la Universidad Johns Hopkins. El hallazgo fue tan monumental que estaba catalogada como uno de los 100 mejores descubrimientos científicos del siglo XX.
[WAKINGTIMES]