Siempre es interesante explorar la espiritualidad oriental. En un viaje hacia las diversas creencias del alma y la energía, encontramos a las tradiciones orientales y su visión sobre las acciones e intenciones del ser. Mejor conocido como karma, esta noción es vista por la filosofía oriental como un ciclo o retribución del comportamiento de una persona. Pero ¿sabes cómo funciona el karma?
Más allá de percibirlo como un mecanismo por el cual el universo nos retribuye sarcásticamente los malos actos, el karma es un ciclo espiritual de causa y efecto. Simultáneamente las buenas y malas intenciones se adhieren al buen o mal karma. Esto quiere decir que no es simplemente negativo.
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Desde esta perspectiva oriental, esta noción es más una ley de consecuencias. No hay recompensas o castigos en particular, tan sólo los efectos de los actos. Pero no todo queda ahí, las tradiciones orientales relacionan el karma con algo más profundo que las acciones del ser presente.
De acuerdo con la creencia de Samsara, la cual se origina en la India, todos los seres vivos atraviesan distintos ciclos de nacimiento y renacimiento. Cada religión determina las reglas de estos ciclos, pero en las visiones orientales se trata de un “ciclo kármico” que puede influir tanto en el futuro de la vida presente como en las siguientes.
Esto quiere decir que cuando el alma transmigra justo después de morir, trae consigo los impulsos kármicos de la vida pasada a la nueva. Ahora, si se reconoce que todos pasamos por este ciclo kármico, entonces ¿cómo podremos salir de él?
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Cómo limpiar el karma
La filosofía oriental se centra en que el renacimiento en forma de animal generará mucho más sufrimiento que el renacer en forma humana. Así que, el primer paso sería no volver al mundo en forma de animal. Sin embargo, eso no depende al 100%. La única manera de escapar del tren del alma kármica es trabajando para lograr la iluminación o nirvana.
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A través de las buenas acciones kármicas y prácticas espirituales es posible terminar el ciclo y encontrar la paz y felicidad. Aunque, alcanzar el fin del ciclo kármico en la creencia oriental significa no volver a renacer. El lado positivo de esto es que estarás despierto a la verdadera naturaleza y tu alma alcanzará el total descanso o, si eres hindú, estarás al lado del Dios universal.
La ley de la casualidad del karma escrita en los Upanishads (libros hinduistas) del siglo VII:
Ahora bien, como un hombre es así o así, según actúa y según se comporta, así será; un hombre de buenas acciones se volverá bueno, un hombre de malas acciones, malo; se vuelve puro por las acciones puras, malo por las malas acciones; Y aquí dicen que una persona consiste en deseos, y como es su deseo, así es su voluntad; y como es su voluntad, así es su obra; y cualquier acción que haga, la cosechará.
– Brihadaranyaka Upanishad