Desde el Renacimiento, la idea de la “ciudad ideal” persiguió a los hombres de ciencia. Ayudándose de la sección de oro y la sabiduría de la naturaleza, estos construyeron portentos arquitectónicos y urbanistas en toda Italia. Ahora, el espacio urbano debe ser rediseñado con cautela, aplicando herramientas que ayuden a preservar la vida atendiendo siempre a la máxima calidad, armonía y equidad posible.
Movidos por el espíritu de la transformación, arquitectos, ingenieros y diseñadores han mezclado sus talentos para dar forma a proyectos asombrosos en Estados Unidos. Muestra de ello es el trabajo de Mags Harries y Lajos Héder que, por medio de paneles solares y un bello diseño, ensamblaron quince flores de metal en Austin, Texas. Los girasoles metálicos invitan a reflexionar sobre la conexión que reposa entre las energías naturales que son vitales para la vida y el desarrollo tecnológico.
Actualmente existen planchas de pavimento sin utilizar que cubren grandes extensiones de tierra fértil. Pero esto no impide que la vida se abra paso entre las grietas, formando pequeñas islas de pasto y plantas, fenómeno que bien puede representar un deleite estético o fuente de inspiración. Valiéndose de la premisa de que el concreto y el asfalto no deben ser permanentes, Stacy Levy, en conjunto con Biohabits Inc., desarrolló el proyecto Dendritic Decay Garden, una serie de parques ecológicos creados en espacios abandonados que se revitalizan como sitios de esparcimiento, orientados a mantener fresca la conexión con la naturaleza.
High Line, fundado en Nueva York en el 2009. Un grupo de diseñadores y los vecinos de la zona utilizaron la infraestructura ferroviaria abandonada en Manhattan como un parque a desnivel. Un hermoso cruce peatonal lleno de plantas y flores que se mezclan con la construcción original, un espacio perfecto para realizar eventos culturales al aire libre y afianzar los lazos de la comunidad. Los mismos habitantes de la zona se encargan ahora de su preservación.
Las voluntades aglutinadas con el fin de rescatar la importante conexión del hombre con la naturaleza son un ejemplo de belleza artística y creativa que mantiene viva la esperanza de ciudades mejores.