La creación de productos sintéticos y el consumismo crecen la cantidad de basura (aunque también está aumentando la conciencia del reciclaje). La cultura de la población es indispensable para el tratamiento de los desechos. Cuando las personas no conciben las implicaciones, de que lo que están comprando será basura, suelen incurrir en la compra de más y más productos. En México, además de lo anterior, es común vivir una cultura de suciedad: caminos rurales y ciudades están bañados de desechos inorgánicos.
La falta de una cultura ecológica para dimensionar, no sólo la cantidad de años que tardará en desintegrarse la basura, sino también los lugares que alcanzará de no se colocarse en su lugar, es un hecho, al menos en México. El caso del Cañón del Sumidero personifica este fenómeno. Esta hermosa sede natural, es una falla geológica ubicada en el selvático estado de Chiapas, donde sus paredes de roca llegan a medir hasta 1,300 metros. Por desgracia, también está situado a solo cinco kilómetros de la capital del estado.
Aunque ya han pasado algunos años desde que inició un ambicioso plan de captación de basura en el sitio, este 2014 las autoridades extrajeron más de 400 toneladas de basura: una mezcla entre desechos orgánicos e inorgánicos. Los desperdicios inorgánicos provienen de los municipios y poblados circundantes; y por supuesto de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado. La lluvia arrastra la basura hasta los ríos y arroyos que desembocan en el río Grijalva, el caudal que recorre el Cañón del Sumidero.
Implementar sistemas eficientes de limpieza en los municipios y ciudades circundantes, podría aminorar el problema de suciedad en el Cañón, pero el hecho es que, mientras la cultura permita que las personas conciban tirar la basura como algo normal, se mantendrá sucio por muchos años. Lo cierto es que la falta cultura ecológica es una afrenta que nos alcanza a todos, y la labor educativa, es quizá de toda la sociedad.
La próxima vez que vayas a tirar algo en la calle, piensa en las larguísimas consecuencias de los ríos y los mares.