La fosforita es una roca sedimentaria que contiene altas cantidades de minerales fosfatados y tiene aplicaciones en distintas industrias agrícolas, ganaderas y químicas. Suele extraerse de capas rocosas, pero también del fondo marino; su explotación es considerada una actividad minera.
Recientemente algunas organizaciones civiles, entre ellas el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, advirtieron de un nuevo proyecto que apenas presentó la evaluación de impacto ambiental (EIA) a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT): un proyecto de minería submarina que dragaría 91 mil hectáreas de fondo marino para extraer 350 millones de toneladas de arena fosfática en el Golfo de Ulloa, en Baja California Sur.
Aunque el proyecto apenas fue puesto a revisión las organizaciones son conscientes de que en México, reiteradamente, los proyectos no suelen ser amigables con el medio ambiente pese a ser avalados por la autoridad. En este caso el proyecto minero, llamado “Don Diego” -único y primero en su tipo a nivel nacional-, es impulsado por la empresa Odyssey Marine Explorations a través de su filial Exploraciones Oceánicas.
Este proyecto extraería fosforita empleando una draga submarina durante 50 años. La superficie total del fondo marino sería el equivalente al 60% de la superficie del Distrito Federal y el equivalente en volumen para llenar 264 veces el Estadio Azteca en la totalidad del proyecto.
La zona donde se desarrollaría el proyecto minero “Don Diego” ha sido identificada como zona crítica para la población de tortugas marinas y es una zona de tránsito de la ballena gris. También, 42% de la actividad pesquera en el Estado de Baja California Sur se ubica en esta región.
Las organizaciones están haciendo una campaña de difusión para que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales transparente los estudios de impacto ambiental y pueda hacerse un seguimiento a la postura de la autoridad ante este proyecto, que prácticamente podría devastar este ecosistema.