En el Alto Golfo de California vive una de las especies marinas más bonitas y nobles de México: la vaquita marina. Luce como un delfín pero es más pequeño y alrededor de los ojos y boca tiene círculos de color negro, por lo que algunos lo llaman “panda del mar”.
Hoy es un motivo de preocupación pero también de acción para Greenpeace y otras organizaciones de defensa del medio ambiente, las cuales buscan poder preservar a la marsopa, especie de la que se estima quedan apenas 97 ejemplares. Si no se toman medidas prontos, la vaquita podría extinguirse en 2018. ¿Cuál es la razón?
De acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), el hábitat de la marsopa en el Mar de Cortés es cada vez más peligroso debido a que se ha visto sacudido durante años por la pesca –muchas veces de forma ilegal- de camarón, tiburón y totoaba. Ante esta situación Greenpeace, junto con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Defenders of Wildlife y Teyeliz se han movilizado para hacer un llamado al gobierno mexicano para que emita medidas para proteger a la especie, con las que también se consideren alternativas viables de desarrollo para las comunidades locales afectadas por dichas acciones.
En ese sentido hay una propuesta integral elaborada por el CIRVA, a la que las organizaciones se han sumado:
Pese a lo complejo que se antoja el panorama, sí que hay motivos para ser optimistas, ya que esta vez –y como pocas veces lo ha visto Greenpeace- existe disposición de gran parte de los actores de la sociedad para lograr esta misión. El gobierno federal, organizaciones locales e internacionales, científicos y académicos tienen un consenso en cuanto a que la vaquita debe ser salvada, sin olvidar que hay comunidades en el Alto Golfo cuyas necesidades también deben ser atendidas.
Este consenso se ha traducido ya en acciones. Hace unas semanas la Secretaría de Marina y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Agricultura Pesca y Ganadería (SAGARPA) presentaron un anteproyecto para suspender la pesca mediante el uso de redes de enmalle, cimbras y/o palangres en el norte de California. Esta propuesta establece una prohibición de 2 años para la pesca mediante técnicas que afecten la supervivencia de la vaquita marina en toda su área de distribución, unos 5 mil kilómetros cuadrados. Al mismo tiempo, se prevé una compensación de 540 millones de pesos anuales para los pescadores afectados por estas medidas.
El acuerdo, publicado por COFEMER, se encuentra actualmente en consulta pública, la cual se prevé concluya a finales de este mes, antes de que sea devuelto a la SAGARPA para su eventual publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Los planes para salvar a la noble vaquita necesitan la fuerza de la gente. Por eso, su voz necesita ser escuchada. Desde noviembre pasado Greenpeace lanzó una petición electrónica para exigir al presidente Enrique Peña Nieto tomar medidas urgentes. Hasta ahora ¡320 mil personas la han firmado! Cualquiera que quiera ser un defensor de la vaquita puede hacerse oír también, visitando el sitio: http://grpcemx.org/ecoosfera-vaquita.
Twitter: @PrensaGPMX
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Referencias
1 Reporte de la Quinta Reunión del Comité Internacional para Recuperación de la Vaquita (Cirva-5), elaborado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas/SEMARNAT, World Wildlife Fund México y la US Marine Mammal Commission, publicado en julio de 2014. Consutlado en: http://www.iucn-csg.org/wp-content/uploads/2010/03/Reporte-de-la-Quinta-Reunion-del-CIRVA.pdf.
2 Ibidem.
3 Manifestación de Impacto Regulado: “Acuerdo por el que se suspende la pesca mediante el uso de redes de enmalle, cimbras y/o palangres en el norte del Golfo de California”, COFEMER, publicado el 23 de diciembre de 2014 en: http://207.248.177.30/mir/formatos/MIR_ImpactoModeradoView.aspx?SubmitID=442299.