Hallazgos para cuestionarlo todo: al parecer

Hallazgos para cuestionarlo todo: al parecer, la Tierra tiene más de una luna

¿Una suerte de infidelidad planetaria?

En torno al affaire entre la Tierra y la luna han surgido mitologías, se han recitado poemas y se han cantado melodías. Y es que desde el principio de los tiempos nos ha fascinado la luna, que se aparece, con su encanto masivo, como la sempiterna compañera de nuestro planeta.

O eso era lo que se creía hasta ahora. Porque tal parece que nuestro planeta tiene más de una luna: ¿acaso una suerte de infidelidad planetaria?

Hallazgos para cuestionarlo todo: al parecer, la Tierra tiene más de una luna

En una nueva investigación halló evidencia que apunta a que nuestro planeta captura “minilunas” de vez en cuando. Estos pequeños asteroides se volverían, según la hipótesis y de manera temporal, una suerte de satélites, como la luna.

Según los investigadores, el descubrimiento de estos satélites llamados “objetos temporalmente capturados” (TCO por sus siglas en inglés) y nombrados “minilunas”, podría implicar importantes avances en el campo de la astronomía y nuestra comprensión del cosmos.

Y es que durante mucho tiempo se creyó que era improbable que objetos geocéntricos naturales –que no fueran los satélites conocidos u objetos artificiales– pudieran entrar en órbita con planetas como la Tierra. Sobre todo porque, hasta ahora, no había evidencia de ningún objeto natural en órbita que no fuese nuestra querida luna.

Ahora se sabe que esto es posible. Sólo que, al parecer, no se había detectado antes una “miniluna” porque son realmente diminutas, ya que apenas llegan a alcanzar el metro de altura.

Hallazgos para cuestionarlo todo: al parecer, la Tierra tiene más de una luna

Gracias a estos avances podremos saber más de la naturaleza de los asteroides, así como de la relación entre los planetas y sus lunas, y mucha otra data celestial hasta ahora desconocida. Esto será posible mediante el estudio más directo y controlado de los asteroides a partir de las minilunas –por ejemplo, de su estructura interna–, pues se podrá estudiarlas en estado puro, y no como a los asteroides caídos en la Tierra, cuyas condiciones están deterioradas.

Además es probable que, gracias a estos affairs de nuestro planeta con otras lunas, podamos generar nueva tecnología a partir del análisis de estos satélites –por ejemplo, deflectores de asteroides–.

Pero los astrónomos tienen todavía que hallar la manera de detectar las microscópicas minilunas, para lo cual ya está siendo construido en el norte de Chile un telescopio, llamado Large Synoptic Survey Telescope (LSST), cuya misión concreta será ubicar minilunas para su posterior estudio.

Así que habrá que estar al tanto de estos romances cósmicos y lo que implicarán para la astronomía del futuro.

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