Seamos sinceros: la comida frita es deliciosa y, en ocasiones, adictiva. En el primer bocado de alguno de este tipo de alimentos, uno se descubre gozándolo casi pecaminosamente: garnachas, pizza, papas, pollo frito, pescado frito, en fin…
Sabemos que ese placer culposo trae consecuencias ciertamente negativas a nuestro cuerpo, como la grasa acumulada. Sin embargo, ¿realmente conoces los efectos nocivos de la comida frita?
La comida frita bloquea las arterias y venas ocasionando infartos cardíacos, aneurismas y Alzheimer. Esto se debe a que el aceite de canola o de maíz, producto genéticamente modificado que contiene pesticidas, priva de oxígeno a las células, lo cual provoca enfisemas, problemas respiratorios e inclusive cáncer. Además los productos fritos cuentan con altos niveles de sal tóxica (MSG), la cual reduce la producción de enzimas naturales en el cuerpo y provoca una protección menor contra los parásitos e infecciones. En ocasiones, en vez de sal se hace uso de altas cantidades de azúcar y carbohidratos, los cuales incitan a desear más y más a pesar de contar con ningún nutriente saludable.
Mientras tanto, la mayoría de la carne (roja o blanca) usada en estos productos se encuentra repleta de hormonas y antibióticos, los cuales pueden incrementar los niveles de toxicidad en el cuerpo, que se pueden acumular largos periodos en riñones, hígado, intestinos, próstata, colon y en otras áreas del cuerpo.
La buena noticia es que puedes desbloquear a las arterias sin la necesidad de cirugías ni drogas. Basta con desintoxicar tanto la sangre como los órganos con vitamina B en productos como la raíz del diente de león y el cardo de leche, además de empezar a comer alimentos más saludables según tu creatividad y salud. Remplaza los productos fritos con alcachofas, champiñones y aceite de oliva.