En lugares donde aún padecen de servicios de agua potable, la gente tiende a almacenar el líquido en grandes contenedores de plástico que pueden fácilmente contaminarse, pero gracias a Kim Chow, esta práctica ya no tendrá el mismo riesgo que antes.
Cuando Chow visitó Cerro Verde en Lima, Perú, notó las dificultades de los habitantes para obtener agua limpia: el transporte del líquido resultaba bastante caro y el almacenamiento en grandes contenedores resulta insano, ya que representan un foco infeccioso. Además, los niños tienen dificultades para acceder a los contenedores, lo que orilla a no tener una higiene adecuada en cuanto al lavado de manos después de ir al baño o antes de comer.
En lugar de protestar ante el gobierno por la falta de un sistema de agua potable, Chow y sus compañeros de Art Center College of Design idearon un artefacto barato y asequible.
El llamado “Balde a Balde” es un sistema que se adapta a la parte superior del contenedor. Cuenta con una manguera que permite fácilmente el flujo del agua. La boquilla es ajustable, por lo que el chorro de agua puede ser potente o débil.
“Es una buena manera de utilizar las herramientas que ya tenemos para un mismo fin: limpiar y hacer tareas del hogar”, dijo Chow. Gracias a su diseño, los usuarios pueden utilizar el agua sin contaminarla a la hora de introducir las manos al contenedor.
Desde su llegada a Cerro Verde, Chow ha realizado varias pruebas y ahora planea hacer una prueba piloto con cientos de familias. Gracias al apoyo de Rubbermaid, la diseñadora de este sistema ha podido desarrollar su proyecto que espera poner a la venta una vez que haya concluido sus estudios.
Una de cada seis personas en el mundo aún no cuenta con sistema de agua potable, por lo que además de ayudar a la población mundial, este