En una ciudad donde la vialidad ciclista va en aumento, es indispensable tomar en consideración tanto las reglas para transitar en las calles como las acciones preventivas enfocadas en resguardar las bicicletas.
Para desplazarte en una zona urbana, es importante que puedas mirar hacia atrás, mantener el equilibrio y el control del manubrio con una sola mano, evitar obstáculos, usar los cambios de velocidades, acelerar en caso de ser necesario y hacer uso de señales básicas con las manos.
Por ejemplo si se detecta un obstáculo a tiempo, necesitas disminuir la velocidad para evadirlo suavemente; en caso que esté muy cerca, mueve el manubrio hacia el lado contrario, mientras balanceas tu cuerpo hacia la derecha de la bicicleta, jalándola hacia una nueva dirección. Otro ejemplo es generar una comunicación con los conductores de otros vehículos al indicar qué movimientos planeas hacer: al sacar la mano izquierda, estás señalando que planeas voltear a la izquierda; la derecha, una vuelta a la derecha; en caso de alzarla, marcas que estás deteniéndote.
Asimismo necesitas tomar en consideración que la calle es un área compartida tanto por transeúntes, conductores vehiculares y otros ciclistas. Por lo que debes conducir de manera visible, voltear y detenerse si es necesario, no circular en sentido contrario, respetar las luces de los semáforos, respetar entradas y salidas de estacionamientos, intersecciones, glorietas, entre otros. Es decir que puedes evitar poner en riesgo tanto a ti como a terceros sólo si sigues las flechas de las señales de tránsito, mantienes una trayectoria predecible (conduciendo en línea recta y al menos a un metro de distancia de los autos), evitas usar las banquetas para circular, rebasas sólo por la izquierda, eliges tu carril de circulación de acuerdo con tu velocidad, entre otras actividades. Para más información puedes leer El manual del ciclista.
Como notaremos, estas actividades son responsabilidad de la persona que maneja la bicicleta. Sin embargo hay otras que desgraciadamente son causadas por un factor externo: la inseguridad urbana, como el robo de tu bicicleta. Pero ¿y si te dijéramos que la vulnerabilidad de tu bici también depende, en parte, de ti?
De acuerdo con La Bicickleta, “[g]eneralmente los ladrones buscan una presa fácil”; por lo que los dueños de las bicicletas necesitan realizar ciertas prácticas que conviertan su pertenencia de botín asequible a un objeto seguro en las calles.
1. Se sugiere invertir en un buen sistema de seguridad que equivalga por lo menos el 10 por ciento del valor de tu bicicleta. Uno de los sistemas más comunes es el cable de acero; sin embargo éstos son extremadamente delgados y fáciles de cortar. Por lo que lo ideal es conseguir una cadena de acero templado y un candado de alta seguridad con grillete corto.
2. Procura encadenar tu bicicleta en un ciclopuerto o en alguna estructura fija, bien iluminada y a la vista. Evita los lugares de malla o postes de poca altura o cortos.
3. Cuando vayas a sujetar tu bicicleta, asegúrate que la cadena ni el candado no estén demasiado holgados o cerca del suelo. De este modo evitas que el ladrón tenga oportunidad de maniobrar o palanquear con el fin de tronar la cadena. Según La Bicikleta, encadena la bicicleta a una altura que te permita sujetar tanto las ruedas como el cuadro; y en caso de que sobre algunos centímetros de la cadena, dale un par de vueltas más alrededor del cuadro o de alguna rueda.
4. Por ello es importante que, cuando amarres la bicicleta, procura hacerlo en una estructura que te permita asegurar esas tres áreas: el cuadro y las dos ruedas.
5. Y finalmente, no te confíes en que te encuentras en una zona “segura”; ya que aun ahí puedes llegar a ser víctima de algún robo. “La verdad es que no hay lugar 100 por ciento seguro.” Por consiguiente, procura asegurarte que la bicicleta esté bien amarrada en todo momento y en cualquier lugar; en caso de dejarla en un estacionamiento del trabajo o de la escuela, pídele al vigilante que la cuide (además de encadenarla adecuadamente).
Gracias al boom en los últimos años del ciclismo en zonas urbanas, es posible encontrar fácilmente tanto accesorios como áreas para estacionar las bicis. Sin embargo eso no es suficiente: es importante tomar responsabilidad de nuestro traslado y de nuestra bicicleta.