Cómo era la Tierra hace millones de años, ciertamente no lo tenemos claro aún. Lo único que podemos hacer es intentar indagar entre las pistas de fósiles que se han mantenido bien conservadas gracias a las condiciones climatológicas. Y qué mejor escenario para esto que un refrigerador natural, el permafrost en Siberia ha sido una importante fuente de fósiles antiguos de animales que ahora nos dan un poco de pista sobre cómo eran las cosas en el pasado. Científicos recuperan ADN de tres colmillos de mamut, uno de ellos se destaca por haber vivido un millón de años atrás, se trata del material genético más antiguo recolectado hasta ahora.
Mamut lanudo
La muestra de ADN más antigua del mundo
Recientemente un equipo internacional de expertos realizó un hallazgo sumamente interesante. Han recuperado ADN de restos de mamut que datan de hace 1,2 millones de años el más antiguo. Hasta antes del descubrimiento, el material genético más antiguo encontrado era el de un ejemplar de caballo de hace 780-560 mil años.
Los colmillos analizados pertenecen a tres ejemplares diferentes y los apodaron Krestovka, Adycha y Chukochya, por lo ríos circundantes a donde fueron encontrados. Su datación va desde los 0.7, hasta el 1.2 millones de años de edad. Krestovka es el molar más antiguo de los tres, y perteneció a un mamut similar al de la estepa (Mammuthus trogontherii). Aunque es ciertamente una especie que se desconocía con anterioridad.
Pavel Nikolskiy
Se sabe que el mamut de la estepa convivió al final de su existencia con los mamuts lanudos (Mammuthus primigenius), en lo que hoy se conoce como Siberia. Y se creía con anterioridad que en esta región sólo habitaron estos dos tipos de mamuts. Pero según la investigación, el mamut Krestovka (especie recientemente descubierta) también cohabitó con las especies anteriores. Gracias a estos nuevos descubrimientos, los investigadores pueden sugerir que fue el mamut Krestovka el que colonizó América del Norte, hace 1.5 millones de años.
Pero el material genético recientemente recolectado no sólo dio luz sobre nuevas especies de mamuts, también de su línea evolutiva. Hasta antes de la investigación, se creía que el mamut de la estepa había vivido en climas más cálidos, pero esto ahora parece estar en duda. La adaptación a climas extremos de frío, pudo no haber sido como se creía con anterioridad.
Molar Adycha. Pavel Nikolskiy
En el pasado se creía que los mamuts lanudos eran el ladrillo en la evolución de los mamuts que permitió su adaptación al frío. No obstante, este nuevo material de ADN permite entender que los mamuts lanudos no desarrollaron la adaptación a temperaturas bajo cero, sino que ya las tenían.
Los expertos pudieron demostrar que “la mayoría de los cambios en la codificación de proteínas asociados con la adaptación al frío en los mamuts lanudos ya estaban presentes hace un millón de años”.
Love Dalén
ADN en buen estado
Krestovka, el molar más antiguo de los tres, parece tener una edad que va de entre 1.1 y 1.2 millones de años atrás. Y para los investigadores resultó una sorpresa totalmente. Beth Shapiro, profesora del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Santa Cruz y coautora de la investigación explica que:
“Si la tierra (y los huesos) se descongelan, es malo para el ADN, que se descompondrá a medida que el agua se expanda y se contraiga. Esta es la razón por la que la mayoría de los huesos viejos no tienen ADN que sea recuperable, simplemente se ha degradado demasiado”.
Es un caso donde las condiciones confabularon a favor de la ciencia para entender una pieza más del rompecabezas. Gracias a ello ahora conocemos más sobre la línea evolutiva de los mamuts. Y un poco más del pasado de estos animales que habitaron en el Pleistoceno.
Referencias:
van der Valk, T., Pečnerová, P., Díez-del-Molino, D. et al. Million-year-old DNA sheds light on the genomic history of mammoths. Nature (2021). DOI