Mediante un decreto firmado por la presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, se prohibirá la importación y exportación de aletas de tiburón, fruto de un sistema brutal llamado aleteo.
El aleteo es una práctica atroz que consiste en pescar un tiburón, cortarle las aletas y devolver el resto del animal vivo al mar, donde muere lentamente al llegar al fondo.
Las aletas son las porciones comercialmente más valiosas del animal, debido a la alta demanda que tienen en algunas culturas asiáticas, donde a su consumo se le atribuyen varias propiedades medicinales.
Según datos de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica, este año se han exportado el equivalente a 50 millones de dólares en aletas de tiburón con destino a Hong Kong.
Con estas medidas se prohibirá el trasiego de aletas entre embarcaciones en el mar, algo que hasta ahora no estaba restringido.
“Tenemos que reconocer que había quienes estaban burlando la prohibición de pesca, pescando en aguas nuestras, pero comercializando la aleta de tiburón a través de mecanismos de importación”, dijo la presidenta Chinchilla, en el Parque Nacional Manuel Antonio, donde firmó el decreto junto a sus ministros de Ambiente, René Castro, y de Agricultura y Ganadería, Gloria Abrahams.
[Huffington Post]