El ejemplo perfecto del buen uso de la bicicleta (y también de una buena infraestructura para ello) son, por excelencia, Holanda y Dinamarca. El éxito del vehículo en esta región se debe a sus costos económicos en comparación a la de los automóviles, entre otras cosas…
Miles de personas han abandonado la gasolina por el placer de pedalear mientras se admira el hermoso paisaje, pero esto ha gustado tanto que el número de bicicletas se ha disparado tan arriba, que comienza a escasear lugar donde estacionarlas.
La ciudad de Ámsterdam cuenta con 200 mil espacios para aparcar las bicicletas, cuando en total son 300 mil de ellas. Por tal motivo, una compañía llamada Velominck ha creado una nueva forma de estacionarlas. Se trata de colocarlas en lo más alto de los edificios que lo permitan. Se trata de un sistema en el que, por medio de una tarjeta electrónica, se asigna un lugar. Posteriormente se te asigna un lugar en el que tendrás que atar la bicicleta para que un motor se encargue de subir tu bicicleta hasta lo más alto del edificio.
Los usuarios del servicio han recibido de muy buena manera este nuevo sistema de aparcamiento, por lo que se pretende extender el servicio por varias zonas de la ciudad.
[WIRED]
