El agua es un recurso y un derecho: incluso diríamos que es un elemento literalmente cósmico, pues gran parte de nuestros mares y océanos se formaron por las partículas de hidrógeno y oxígeno que cayeron en el planeta hace miles de millones de años, escondidas en meteoritos.
Este líquido vital, cósmico e indispensable para la vida, ha sido usado negligentemente por la civilización desde hace mucho. Y cuando más deberíamos procurarlo, pues tenemos más información al respecto y la tecnología para hacerlo, los gobiernos buscan privatizarlo.
Es el caso de México, donde una regresiva Ley General de Aguas podría ser aprobada: una ley que no se ha discutido tan ampliamente como debería y que podría ser realmente catastrófica, en un escenario donde el mundo entero podría enfrentar guerras por el agua debido a las distópicas sequías y al cambio climático.
[related]
¿Por qué la Ley General de Aguas atenta contra nuestros derechos y los de la naturaleza?
Mientras que en países como Colombia se le otorgan derechos a la naturaleza, en México se han impulsado reformas durante los últimos años que resultan francamente regresivas, y peor aún, catastróficas para el medio ambiente.
La Ley General de Aguas es lo que faltaba para que, a través de estas reformas, las grandes empresas puedan monopolizar los recursos naturales en nuestro paraíso biodiverso, que tantos activistas indígenas han defendido incluso con su vida contra el pulso de muerte de la sobreextracción de recursos naturales.
Según diversas ONG, modelos como la Ley General de Aguas
han fallado en 235 ciudades del mundo.
Esta ley, aseguran expertos mexicanos, tiene como principal objetivo facilitar el fracking (la fractura hidráulica para obtener gases y aceites del subsuelo), así como sobreexplotar las cuencas y acuíferos y darle el agua a las grandes corporaciones sin necesidad de concesiones. Incluso se piensa especular con el vital líquido como si fueran acciones, a través de un llamado “banco del agua”.
También, como explica la organización Agua para Todos, cada habitante tendrá derecho al agua bajo esta ley… pero sólo a 50 litros, lo cual es absurdo. El verdadero derecho al agua no es sólo poseer un poco de ella, sino poder decidir sobre su futuro: sobre la administración y el cuidado comunitario del agua en los barrios, en las comunidades y en los municipios.
No obstante, sí tenemos qué celebrar
Afortunadamente existen muchas personas que están haciendo algo respecto de esta situación y que nos invitan a convertirnos en agentes de cambio por el agua, ya sea individual o colectivamente.
La coordinadora Agua para Todos, que conforma a otras asambleas e institutos y que cuenta con el apoyo de Greenpeace México, ha levantado una fuerte campaña que incluye firmas de apoyo y una propuesta ciudadana sobre lo que llaman el Buen Gobierno del Agua, que incluye la ampliación de los derechos del agua de calidad, no sólo para los habitantes del país, sino también para sus ecosistemas. Incluso puedes hacerte parte de esta iniciativa, o contarles qué problemas tienes en tu localidad con el agua, para saber cuáles son las necesidades legislativas y de manejo en torno a este líquido.
¿Y los candidatos de las elecciones 2018?

Foto: d-aqua
Esta organización también cuenta con un formato para que le exijamos a los candidatos de cada distrito que se comprometan con la iniciativa ciudadana de ley, formato del cual también podemos hacer uso.
Como usuarios del agua también hay mucho que podemos hacer, sobre todo los habitantes de las ciudades, que muy pronto sufriremos de gran escasez de este líquido vital. Por ejemplo, construir recolectores de agua de lluvia para reutilizarla, o hacernos de hábitos cotidianos que realmente hacen la diferencia en nuestro consumo de agua.
Debemos ser guardianes del agua desde todos los flancos posibles. Si nosotros no lo hacemos, nadie lo hará.