Los monstruos y fantasmas de Japón, además de ser muy distintos a los occidentales, tienen una historia fascinante que hoy se cuenta en el Museo Miyoshi Mononoke, ubicado en la prefectura de Hiroshima. Hace unos años, el historiador y escritor Koichi Yumoto donó 5,000 artículos de su colección, que incluía libros antiguos, pinturas, reliquias y artesanías, de los cuales el museo muestra actualmente 160 piezas.
Pero como podemos ver en este comercial animado, la historia de los seres sobrenaturales en Japón no es equivalente a una historia de terror:
En su conjunto, los monstruos, fantasmas y apariciones del folclor japonés se conocen como kaijū, una palabra formada por los caracteres kai (怪), “extraño” y jū (獣), “bestia”. Las extrañas bestias (también llamadas yōkai) fascinaron a la imaginación popular a partir de los siglos XVII y XVIII, con la introducción de la imprenta en Japón. Se trata de espíritus malévolos o benévolos que cambian de forma, que representan apariciones de personas fallecidas o que son producto de maldiciones.
El museo cuenta con instalaciones interactivas
La palabra yōkai en Occidente tal vez te recuerde al anime Yo-Kai Watch, donde un grupo de niños debe capturar pequeñas criaturas que se alimentan de emociones. Otro tanto ocurre con las criaturas de películas del Estudio Ghibli, como Pompoko o la famosa serie Pokémon. Y es que la fauna de criaturas sobrenaturales no ha dejado de causar furor desde hace siglos.
El museo cuenta con una sala digital interactiva donde los visitantes pueden dibujar y animar sus propios yōkai y tomarse fotos con ellos. Como ocurre con los gatos, tanukis y zorros de la mitología japonesa, los yōkai siguen cambiando de forma para habitar la imaginación de los habitantes del siglo XXI a través de la tecnología digital, en una muestra que conjunta el interés histórico y la imaginación.